Parte 6 de la serie de vídeos que estoy realizando sobre este año, aparentemente esencial, que es el 2018 y en esta ocasión nos centramos ya en analizar el número 8; el numero de los ciclos, del Eterno Retorno, el Final sin final o el infinito. El número-puente que se encuentra entre lo material y lo divino; entre el 6 y el 7 (que vimos en anteriores partes) de forma cíclica y fractal en este mundo ilusorio, en el que vivimos.
En la primera parte, llamada SDH07- 2018 ¿AÑO DEL CAMBIO? (PARTE VI) – El 8, la letra JET y la Historia (cíclica) Interminable, entenderemos el número 8 con varios ejemplos que van desde el mismísimo libro de la Historia Interminable de Michael Ende, las notas musicales, la rueda del Dahrma, el Ragnarok escandinavo o el octuple sendero del hinduismo, y por último entenderemos como el 8 es el símbolo de la separación del mundo espiritual y el mundo terrenal en el hinduismo, en el que interviene ese demiurgo llamado Vishnú (fundamentado en el 8) y como la estructura del Universo material nos muestra como ese 7ªcielo (la Morada de Brahma), que es el limite serpentino del Ouroboros, aparece como muro o cárcel que impide salir del sueño de la ignorancia de Maya (ilusión material).
Ese muro separador que es el 8 es tomado también como portal o puente según la tradición hebrea, bajo el nombre de JET o CHET y es este el portal que hace que los ciclos de creación en los que interviene la Materia (6) y el Espíritu (7), sigan realizándose constantemente en la cárcel del Eterno Retorno.
En la continuación de esta parte VI, llamada SDH07b – 2018 ¿AÑO DEL CAMBIO? (PARTE VI ) – Fiestas hebreas, Cristo, el Octógono y el Hipercubo, analizo el número 8 referido a Jesucristo y como su resurrección es el punto de reinicio de ciclo, que cada año es celebrada por la Semana Santa, anclando energéticamente al mundo al Eterno Retorno que está conformado por esas entidades/fuerzas que mantienen este Sistema. También analizo como la Pascua judía en primavera forma parte del ciclo de fiestas hebreas, relacionado con los ciclos de cosechas saturninas y junto con la fiesta de Tabernáculos en otoño, son los dos puntos importantes de renovación del ciclo, y del pacto que se realizó entre esa entidad, el «dios» bíblico (El semítico, Anu Mesopotámico), y el pueblo «elegido» de Israel.
En esa renovación cíclica se necesita necesariamente los sacrificios de sangre y es por eso que se necesita el sacrificio no solo de Jesucristo (cordero) en la Pascua sino que la misma fiesta de tabernáculo tiene un historial de sacrificios masivos de 70 novillos (supuestamente uno por cada una de las 70 naciones) y que sin indagamos un poco más descubrimos que los sacrificios levíticos de la tradición judía vienen de muy antiguo, de la fiesta mesopotámica llamada SUKRU, dónde se realizaban sacrificios masivos en honor al dios DAGON que al final remiten a la entidad/es que se encuentra detrás del número 8.
En este video, además, analizo como el 8 en la forma del octógono es quizás el símbolo más importante, ya que remite al mismísimo símbolo de los Jesuitas, a la cruz, a Saturno, el 666, al Arbol de la Cábala, el alfabeto hebreo y el mismísimo Hipercubo que está escondido detrás del octógono y de las estrellas poligonales.
Esta parte es la más importante de la serie, y quizás de todo el trabajo que he ido realizando, porque al final llego a una de las cuestiones más importantes que podemos empezar a desvelar; como está conformado la cárcel-hipercubo dónde parece que estamos y como nos los están diciendo por todas partes con muchos símbolos que al final nos habla del Eterno retorno.
Un video muy intenso, lleno de referencias y conclusiones, en el que incluso tiene cabida la hasta la cantante Katy Perry que nos dice que NO estamos encadenados al ritmo cíclico del Hipercubo.
El próximo vídeo será la última parte de esta serie.