Hace 20 años Stanley Kubrick hizo la magistral película «Eyes Wide Shut», que trataba, no solo sobre la incursión del personaje de Tom Cruise en el lado esotérico-ritual (más allá del mundo de «las luces» y de lo visible), lo oscuro, lo oculto y de lo «invisible», sino también de su incursión en el lado «oculto»/no expresado/reprimido de su propio matrimonio con el personaje de Nicole Kidman. Mientras Cruise se metía en la «madriguera del conejo» de lo ritual-iniciático, se iban descubriendo, en paralelo, más cosas no expresadas antes sobre su relación con su esposa, cosas no expresadas de su misma esposa, a la vez que iba descubriendo aspectos ocultos de si mismo; de su psique y de su propia sexualidad. En este mundo de reflejos fractales, lo general se asemeja a lo individual, y en esta película lo que pasa fuera, en el mundo profano y «sagrado», es un reflejo de lo que pasa dentro (de cada uno). Esa disociación-programación mental, de la que hacen gala la pareja protagonista, hace que los individuos vayan a ciegas, con los «OJOS FUERTEMENTE CERRADOS» como dice el título de la película, sin tener conciencia completa del SER INTERNO en COHERENCIA. Esta separación dual, es la predominante en la mayoría de la humanidad, en muchos aspectos, y es algo bastante evidente, que cada vez se lleva a sus EXTREMOS por el Sistema, para el que esté viendo los acontecimientos tal como se está desarrollando, con el fin de seguir implantando su control sobre el planeta.

La película de Kubrick fue focalizada y entendida casi exclusiva, y superficialmente, como una historia sobre un matrimonio en crisis, dejando el aspecto ritualístico, del mundo que retrataba, a un lado,…. en el lado oculto…no entendido, como le interesa, normalmente al Sistema; que no entendamos las cosas de forma global sino sesgada porque asi no nos enteramos en el fondo de nada y por tanto estamos inhabilitados para actuar adecuadamente.
La película, irónicamente, fue DISOCIADA en dos partes NO INTEGRADAS, sesgadas de cualquier entendimiento holístico; dejando a un lado la base subyacente de la historia, y de nuestro mundo por reflejo; la de la DUALIDAD SEPARADA. Una dualidad basada en la separación de lo masculino-material-visible, lo manifestado-lo exotérico-expresado-superficial-lo consciente frente a lo femenino-lo invisible, lo esotérico, lo no manifestado-no expresado, lo inmaterial-subconsciente, lo profundo (llegando a ser incluso CAÓTICO). Es decir la MASCARA de las MENTIRAS (que aparentemente ORDENAN nuestro mundo) frente a lo que ES SIN esas MÁSCARAS (la VERDAD AUTÉNTICA inherente una vez se han eliminado las CAPAS más externas – y falsas).
Y es que entonces, inocentes nosotros en aquellos tiempos, no entendimos a Kubrick y no vimos su AVISO; no nos llegó la indirecta sobre todo el trasfondo DUALÍSTICO relacionado con la PROGRAMACIÓN MENTAL de las masas, que cada uno tiene en su psique, en mayor o menor medida… y todo el mensaje verdadero de la historia estaba ahi, eclipsadad por tonterías amarillístas como si la Kidman y el Cruise salían en cueros o si en la larga escena ritual-sexual de la logia se censuraban o no, las domingas, las almejas o las pichas….

Ese baile de extremos entre lo esotérico y lo exotérico, aquello que se ve con lo que se no se ve y se oculta, se representa en el film, con la fiesta de Navidad de la Alta Sociedad, que aparecen el inicio de la película, llena de luces y lujo (ojo a esas estrellas hipercubicas «navideñas»), a donde va el matrimonio protagonista, y con la «fiesta» ritual, por otro lado, donde se cuela Cruise posteriormente.
Todo es precioso, lujoso, lleno de luz y de gente guapa en el mundo de «arriba», pero luego, «abajo» en lo oculto («detrás del arcoriris» como le insinúan a Cruise durante la fiesta navideña) todo es oscuro porque las luces de la falsa Navidad no son reales, son artificios para esconder la verdad, y, cuando estas desaparecen, solo quedan los fastos más austeros, de lo ritual y lo esotérico, que es el fundamento y base que sustenta lo de «arriba», y que es aquello que nunca debe conocerse, aquello de lo que no se debe hablar, aquello de lo que las masas deben ser totalmente ignorantes para que sean plenamente controlables. La dualidad es inherente al control que ejerces los poderes fácticos porque asi las masas son más dóciles. La realidad debe estar dividida en dos siempre, para moldearla y dirigirla de forma artificial. Lo exotérico no debe mezclarse con lo esotérico, porque este Sistema se mantiene gracias a esa enorme brecha entre ambos «mundos» para que las masas sean dominadas y controladas y no conozcan la realidad completa en la que viven.

Esa dualidad de «mundos» mostrada en la película de Kubrick, entre lo que se ve, aparentemente bello y feliz y lo que no se ve, que es más oscuro e inquietante, es mostrado en otro film, llamado «The Babysitter» (2017) que parece ser, aparentemente, más trivial pero es real e igualmente contundente en su contenido y mensaje. La sonrisa dulce y cándida, de una bella niñera a plena luz del día, se convierten en la sonrisa desquiciada y desalmada de una fría asesina ritual durante la noche. Lo que aparenta ser no siempre va en consonancia con la verdad que reside en el interior. Muchas veces la oscuridad está presente debajo las luces más brillantes.
Precisamente la semana pasada, ante el 200º aniversario del MUSEO del PRADO me acordé de uno de los cuadros más representativos de Diego Velazquez, «Los Borrachos»(1628-1629) donde vemos al dios Baco/Dionisios en una especie de bacanal rodeado de borrachos. Oficialmente, suele decirse que el artista sevillano solo quería representar una escena profana donde una serie de, precisamente, borrachos están jugando a disfrazarse para representar una fiesta temática en honor al vino, más cercana al cachondeo festivo que a una trascedencia ritual o esotérica. Pero existe un detalle, que me fue descubierto por la estupenda página de simbología en el arte, Ars Gravis, en un post sobre la asociación del Baco de Velázquez con los «dos mundos», que se alinea perfectamente con la dualidad expuesta en «Eyes Wide Shut», y que puede nos indique que Velazquez quería mostrar mucho más.
Baco se encuentra prácticamente en medio del cuadro separando la escena en dos partes bien diferenciadas: una con luz a la derecha, donde están los borrachos, y otra parte a la izquierda dónde se vislumbra, en la sombra, a dos figuras vestidas como Baco, con guirnaldas en la cabeza. Es hacia ese lado, donde tiene dirigida la mirada el dios, que se encuentra, a su vez, poniendo la guirnalda a uno de los borrachos. Precisamente que Dionisos esté mirando hacia ese lado en semisombra, ignorando la parte «iluminada», nos indica la importancia que tiene «el otro lado», que es el lado esotérico, el que no se ve, solo reservado a unos pocos, mientras que el lado de los borrachos es el lado de lo exotérico, de lo material, de la mayoría (por eso los borrachos nos miran a nosotros porque aluden a nosotros cuando nos centramos en lo material exclusivamente). En ese lado, de la luz visible, es donde los no iniciados se centran en placeres terrenales como el vino. Y si, Baco es el dios del vino, pero quizás se alude, en ocasiones, a esa bebida alcohólica como una metáfora del conocimiento que se adquiere («in vino VERITAS») que permite que un iniciado neófito pase de un lado al otro, tras recibir su «coronación».
Entender al personaje de Dionisos/Baco (del que espero poder contar algunas cosas muy pronto en próximos posts) es crucial para entender como funciona el Sistema en lo ritual-oculto. Baco es fundamental en los ritos inciáticos de los «Misterios de Eleusis»; ritos que tienen que ver con la renovación de las fuerzas de la vida material saturnina y por tanto tienen que ver con el mismo Jesucristo. Baco además, es llamado, según la historia contada por la mitología, como el «nacido dos veces», y esto tiene mucho que ver con el hecho de que el iniciado (nacido en el mundo exotérico) vuelve a nacer, transformado-«resucitado» tras la iniciación (en el mundo esotérico). Y esta iniciación nos sucede sin necesidad de formar parte de ninguna Sociedad Secreta en el momento que tomamos conciencia en muchos aspectos que ayuden a ir integrando la dualidad programada de base.
Si recordáis por mis post previos de «Desenmascarando el Origen de la Oscuridad«, Baco/Dionisos tiene mucho que ver con todas esas entidades solares, y, con el dios romano de dos cara llamado Jano concretamente, de forma que la dualidad es parte inherente de esas entidades y del mundo en el que nos encontramos en muchas escalas, no solo con la diferenciación-separación dual, tal como apunta Kubrick en «Eyes Wide Shut» o la peli de «The Babysitter», del mundo visible, del orden sistematizado externo profano frente al mundo «invisible»-ritualístico-oculto del orden sistematizado interno sacralizado, solo accesible por aquellos que controlan el sistema o rondan su poder. Esta diferenciación fue establecida por Nietzsche como lo apolíneo y lo dionisiaco, lo visible frente a lo invisible, lo ordenado solar consciente frente a lo desordenado lunar subconsciente y oculto. Esa separación como veis en el gráfico que hice, sin conocer aun mucho sobre esa dualidad apolinea-dionisiaca, lo separé, como dos caras de una misma moneda, entre lo Saturnino y lo Solar. Vamos, mismo perro, distinto collar.
Hoy en día es posible observar fácilmente esas otras escalas dónde hay una POLARIZACIÓN MARCADA DE EXTREMOS de LA DUALIDAD en este Sistema de Control. Ya sea la guerra de sexos hombre-mujer, la Derecha-Izquierda, España-Cataluña,EEUU-RUSIA/CHINA, tradicionalistas-fachoides frente a Izquierdistas»Progres», el pueblo de Chile-contra los Poderes Fácticos/FMI, o incluso los llamados conscientes frente a los que aun siguen con los ojos – voluntaria o involuntariamente – fuertemente cerrados. El hecho de que el Sistema esté usando algo tan legítimo como la reivindicación feminista y la lucha contra el maltrato,a su favor para imponer su Agenda es todo un descaro, y todo el barullo que ha se ha montó hace un par de días, en el día de la IGUALDAD de GÉNERO con el partido político VOX mediante, es otro leño al fuego de esa dualidad que el Sistema se está encargando de implantar para DIVIDIRNOS aun más, en facciones separadas-enfrentadas.
Pero no no nos engañemos porque esa confrontación les conviene ahora de forma transitoria, porque, usando de forma particular el lema hermético, «detrás del SOLVE viene el COAGULA»; detrás de una disolución en partes (en conflicto) pretenderán coagularlo todo en un nuevo ORDEN. Ya sabemos: primero el DESORDEN-EL CAOS para que después que venga el ORDEN (el que les conviene a ellos no a nosotros). Primero viene Plutón a volver loco a Saturno y desordenarle «su casa» pero con el tiempo, El «maniaco del control que es Saturno echará al revoltoso de Plutón de su casa, y esta volverá a tener su ordenación propia,; diferente, si, pero todo, al fin cabo, volverá a su sitio. Cambiémoslo todo para que todo sigua igual, como dice la frase.
No se si en todo esto, – perdonadme de antemano el grado HARDCORE de conspiracionitis, ;P -tiene que ver la emisión, muy publicitada de la película española de Alex de la Iglesia llamada PERFECTOS DESCONOCIDOS (2017) el pasado viernes 22 de noviembre de 2019 en unos tiempos tan convulsos y polarizados como los que ha está transitando España.
Cuando vi por primera vez esta película, hace dos años, me quedé con la sensación de que ahí había más de lo que parecía, además sabiendo el grado de mensajes ocultos que el Señor de la Iglesia suele dejar, muy sutilmente, en la mayoría de las obras (no, no solo en el «DIA DE LA BESTIA», que también).
Ahora que he podido volver a ver la película, los símbolos y los mensajes de la verdadera trama de la película me han quedado más descubiertos (y, como digo, no se si muy convenientemente PROGRAMADA, nunca mejor dicho, para emitirse en estos tiempos), porque todo al final se trata SOBRE LA DUALIDAD que sesga a los INDIVIDUOS; pero no solo entre ellos, sino principalmente dentro de ELLOS MISMOS (DE NOSOTROS). Separación que es muchas veces simbolizada por el DUPLO de COLORES AZUL-ROJO (por ejemplo el PP-PSOE a nivel de partidos políticos, pero si miráis con los ojos «fuertemente ABIERTOS» encontraréis esa dualidad instalada en todos lados de la Matrix).

Esa pugna de colores es básicamente la misma lucha de lo masculino contra lo femenino; lucha que también sucede desde el interior de cada ser humano donde se está muchas veces en contradicción (elegir hace según lo que se siente o según lo que se piensa; eso del elegir entre la cabeza y el corazón sin integrar ambos), pero normalmente se es más de un lado o de otro, y nunca se tienen integrados los dos lados. Así lo femenino puede tomarse como el color azul, y lo masculino como el rojo. Igual que el blanco y el negro a lo tablero de ajedrez es también una referencia a la dualidad separada-no integrada de contrarios en el SER. La misma materia de la que está hecha este mundo saturnino y, por tanto, nosotros mismos.

La película, versión española de la cinta original italiana, tiene una sinopsis bastante sencilla, aparentemente: 7 personajes, amigos, reunidos en una cena durante una noche en la que se va formando una LUNA LLENA DE SANGRE, juegan a dejar sus móviles en la mesa y mostrarse públicamente, entre ellos, todo mensaje o llamada que vayan recibiendo en sus terminales. Un juego muy peligroso, claro….pero esto es lo que llamaba Alfred Hitchcock, un MACGUFFIN, una excusa, en el caso de esta peli «morbosa» los móviles expuestos, para desarrollar una historia, unos personajes; PARA MOSTRAR ALGO MUCHO MÁS OCULTO, que es lo que tiene verdadera importancia y que, sin esa excusa que impulsa la salida a la luz de lo que en principio no se manifiesta, todo seguiría en ese, aparente «orden» y paz….. es como un DENOTADOR que hace explotar una BOMBA. Pero realmente lo importante no esa excusa de los móviles, sino el SIMBOLISMO asociado a esa otra protagonista presente, pero aparentemente inactiva, que es la LUNA, que VA PASANDO DE AZUL A ROJO y que es realmente, si se entiende su mensaje simbólico, la que resume perfectamente de que va la película: de la DUALIDAD NO INTEGRADA.
La luna es aquí no un detonador (aunque en la pelí jueguen al despiste diciendo indirectamente que todo es por culpa de ella) pero si es un REFLEJO simbólico de los personajes; de COMO SE MUESTRAN,(cuando la luna está en estado AZUL) y COMO SON REALMENTE, COMO QUEDAN, que LES QUEDA de SI MISMOS, cuando la verdad sale a la luz llevándose por delante las mentiras y las fachadas de los personajes (cuando la luna está en estado ROJO).
Pero a su vez, cada personaje tiene su propia programa-color desde el inicio. Reflejo de la mayoría de los seres humanos DISOCIADOS programados, masivamente, según el ROJO-AZUL. Este juego de programación subconsciente en los seres humanos es necesario en un Sistema de Control para que dentro de si mismos predomine, normalmente uno de los dos lados, silenciando, en su gran parte, al otro lado.

Como ya comenté en el post sobre la famosa portada de la revista ID con GRETA THUNBERG tapándose el ojo derecho dejando al descubierto el ojo izquierdo, normalmente el Sistema programa a los individuos de forma que o se es más masculino-solar-saturnino-mental-racional-materialista fundamentado en el ego (ojo derecho) o se es más femenino-emocional-espiritual-intuitivo-lunar. Normalmente no hay equilibrio entre estos dos polos, el sistema no quiere seres que sepan integrar y emplear dentro de si mismos esos poderes de la fuerza activa-mental con la fuerza pasiva-emocional porque cuanto más se «posicionen» en uno u otro bando, más fácilmente son de manipular y menos capacidad tendrán para conocer la REALIDAD de si mismos y del mundo en el que viven.
Si lo asemejamos con el dualidad Rojo-Azul, el rojo sería el elemento másculino-activo-de fuerza- fuego-el día o lo solar (un elemento fecundador fálico) y el azul el elemento femenino-pasivo-de frío- agua-la noche o lo lunar (elemento uterino que se deja fecundar) pero, como pasa con los símbolos, muchas veces características de uno pasan a otro y por ejemplo el azul se asocia también con la mente que, como he dicho antes, es asociada a lo masculino. De igual manera que el rojo se asocia a las vísceras y los impulsos-lo sexual, cosa que se suele asociar también con lo femenino. Esto quiere decir que los símbolos muchas veces permean sus características, y en Perfectos Desconocidos pasa eso y bailan.
La Luna a nivel de la Astrología Humanista – que al final está sustentada en la psicología (cuidadito con ningunear la Astrología seria porque puedes perderte mucho conocimiento genuino)- es un símbolo de aquello se oculta en nuestras sombras («la cara oculta de la luna», ¿no se dice así?), en las aguas del subconsciente, aquello no expresado, no mostrado (en contraposición al Sol que es lo consciente lo que se ve y se muestra, el YO externo). Cuando hay luna llena, la luz de la conciencia -del sol-ilumina la luna y saca a la luz lo oculto; lo manifiesta. Los astrólogos humanísticos, ven este momento, con más razón o menos, como un momento para sanear nuestra psique, sacar toda la basura mental y emocional a la luz y empezar desde cero en un nuevo ciclo; con las pilas cargaditas a full. Todo muy buen rolli,…pero cuidado; en este Sistema hipercúbico, hay muchas contraprestaciones y sacar la luz de la Verdad, mostrando todo lo que se lleva dentro, lo que no se suele ver, de forma exabrupta y arrojadiza puede ser muy destructivo a la vez que liberador. Tal como pasa en este largometraje. Y si a estos le sumas, en el film, el uso de los colores azul y rojo, el simbolismo oculto asociado a lo que les pasa, y como son los personajes, se redobla.
La película empieza con la Luna aún en su estado normal en luna llena, pero, en vez de aparecer de color blanco o gris, aparece de COLOR AZUL. En su momento no entendí esa elección de color tan «chirriante» y ficticia-irreal, poco acorde con lo que vemos normalmente cuando la luna está llena. Ahora en este segundo visionado, entiendo que es una elección de todo menos estética.
La luna de color azul en «Perfectos Desconocidos» es la situación normal de los personajes, con sus máscaras de personalidad bien colocaditas. Lo que muestran visiblemente a los demás (incluso a ellos mismos por no dejarse SER ellos mismos con todo lo bueno y lo malo que conlleva), es la parte visible, la que sirve según el programa establecido, un orden, y por tanto también hasta cierto punto es algo pasivo-femenino, algo que funciona de manera mecánica, estática y pasiva; no fluye, es algo superficial, que no profundiza; como una cascara-disfraz que solo sirve para funcionar en un mundo de apariencias (saturninas) y de patrones de comportamiento establecidos y que se fundamenta, como sabemos, en uno de los dos programas de la dualidad.
Cuando la luna llena se va convirtiendo en luna de sangre, conforme avanza la trama y la verdad va surgiendo a la luz (roja), el color rojo va haciendo acto de presencia, de forma activa-masculina porque es como un revulsivo, que agita a los personajes, les hace sacar mucho de lo que son por sus actos; algo que mueve-remueve-quita las máscaras y saca todo a la luz consciente, todo aquello que estaba oculto, escondido detrás de las caretas del orden (pre)establecido. Y esto es también muy femenino porque las emociones surgen desde lo profundo y por tanto la luna, como roja es un elemento femenino.
Es muy importante conocer a los personajes y darles su «ficha» de color preestablecida, ya sea azul o roja, que se va mostrando-destacando conforme el juego de la luna roja se va manifestando. En esta cena, los siete personajes, se conforman en 3 parejas heterosexuales, quedando el séptimo personaje solo. Este personaje «aguantavelas» es homosexual y este detalle no es gratuito, porque sirve para entender y completar el mensaje del simbolismo de la dualidad disociada, o integrada, que es el tema general del largometraje.
Por tanto que un personaje sea hombre o mujer biológico no tiene nada que ver con el color simbólico que le representa. De las 3 parejas, solo 2 de ellas refleja exactamente la asociación hombre-rojo-masculino y mujer-azul-femenino. En esas parejas la programación dual se refleja bastante bien según los estereotipos generalmente asignados a un hombre y a una mujer estándares.
En la tercera pareja, el hombre es azul-femenino y la mujer es rojo-masculino (es decir cuando se habla de masculino-femenino, como he dicho otras veces, se habla de programación interna en la psique, y no tiene porque coincidir con las características físicas-sexuales). Esta mujer «masculinizada» fría y más mental (es psiquiatra, además, científica) se llama, adecudamente para la historia, EVA (interpretado por Belén Rueda) y va vestida precisamente de ROJO. Este color en ella (más marcado y destacable si lo comparamos con los colores más anodinos de las vestimentas del resto de personajes), no solo es por su programación más masculina, sino también porque es el personaje que está asociado, de alguna manera, al proceso «catalizado» por la luna de sangre (ella lleva además un colgante de media luna invertida). La luna se asocia a los presentimientos, a la intuición y es Eva la que presiente lo que va a pasar, es la que toma conciencia durante el film de lo que ha pasado, al final, y es la que es capaz de revertirlo, sin quererlo, ante esa toma conciencia. Es decir, esa Eva, a lo Génesis bíblico (momento que se genero la dualidad en el Antiguo Testamento, recordemos) toma la manzana del árbol de conocimiento; se «feminiza» en su psique-se equilibra-pierde algo de su masculinidad y ayuda a que el ciclo (hipercúbico?) no se vuelva a repetir por caer en el «mismo error» (aunque ahora veremos que esto tiene doble lectura, como no…dualidad ;))
Entonces tenemos a 3 de los personajes (dos hombres y una mujer) asociados al color ROJO-MASCULINO, y precisamente, conforme llega la luna roja de sangre y se van desvelando cosas sobre los personajes, causado por el juego de los teléfonos móviles, y se descubre que los tres son INFIELES. Cosa normalmente asociado a los hombres-lo masculino, como parte de su actitud de conquista ACTIVA; de desenfreno sexual-fundamentado en el ego-mente-material. La infidelidad se toma en esta historia como un elemento de «maltrato» ejercido en el hombre (seria como un «abusador») sobre la mujer. Es un «daño» que hace el hombre a la unión con su mujer.
Las otras dos mujeres y el tercer hombre, parejas de los anteriores, actúan entonces como «víctimas»-AZUL-FEMENINO de la infidelidad de sus parejas. Las dos mujeres aunque en un principio parecen seguras, cuando se desvela que sus compañeros sentimentales les son infieles, acaban cayendo en el lado femenino extremo, el de la «víctima» que llora por causa de los actos de su contraparte masculina, pero, al final, salen de ese papel de víctimas y se reequilibran siendo más aguerridas-masculinas dejando las cosas bien claras a sus (ya ex)parejas.
Por otro lado, el hombre de este trío «femenino-azul», el marido de Eva, evidencia su actitud de «víctima» emocional, de alguna manera sometida, porque se dice en algún momento de la historia, que está yendo «a terapia» (tiene problemas emocionales) aunque no es su mujer quien lo trata aun siendo ella psiquiatra. Aparte, cuando se entera, indirectamente, de la infidelidad de su mujer, no se lo echa en cara ni se enfrenta a ella, inmediata y de forma directa, como si hacen las dos mujeres-componentes del trío femenino-azul a sus respectivas pareja. Además, cuando decide preguntarle por la infidelidad a Eva, no lo hace de forma frontal sino de forma indirecta, asumiendo ella la responsabilidad, de verbalizar, o no, activa-masculinamente, su infidelidad. Ella tiene que tomar la decisión de expresar esa verdad y el de forma pasiva- acepta someterse a lo que diga ella (o no). Por tanto esto nos indica también en que lado cae en esa dualidad rojo-azul, este personaje que físicamente es un hombre pero en su rol cae en el programa de lo femenino-azul.
Nos queda el séptimo y último personaje, que viene a cenar solo. Como he dicho, es homosexual y la verdad del personaje, que sale a la luz en la noche «roja» es que nunca ha tenido el valor de contárselo a sus amigos y que, además, se está enamorado de un hombre. Como he dicho, no es gratuito que esté personaje desparejo sea homosexual. Normalmente, a un nivel superficial, se prejuzga al homosexual como aquel que reúne en si lo masculino y lo femenino. Es un hombre que le gustan los hombres como a las mujeres y por tanto se toma como que tiene aspectos tanto femeninos como masculinos. La película aprovecha ese prejuicio para mostrar un simbolismo más complejo. Este personaje, por su forma de comportarse antes y durante el proceso de catarsis de la luna llena roja, parece el más equilibrado, no se deja caer ni en el papel de víctima ni en el de abusador, y es tan activo-conciliador como pasivo. Ese papel dual integrado se ve reflejado en la imagen que aparece en su camiseta, que muestra una radiografía de un ser con esqueleto doble, con dos cabezas, enfrentadas una frente a la otra, como si fuese un espejo. Para mi esto no es causal, y puede indicar, junto al hecho de establecerlo como homosexual (y el que lleve el pelo largo), una psique más equilibrada menos programada, hasta cierto punto; con más integración de ambos polos de la dualidad masculino/rojo-femenino/azul.

Un detalle a tener en cuenta tiene que ver con la naturaleza hipercúbica-cíclica del film (ojo spoiler!), del (micro)mundo cerrado que representa, y que, por fractalidad, tambien está hablando del «encierro de realidad» del mundo en el que vivimos (cosa que el director De la Iglesia hace frecuentemente en sus películas). Al final del film, se descubre que esa noche se ha reiniciado y que para salir de esa «rueda»( he dicho que la actriz que hace de Eva, se llama Belén RUEDA, verdad? ;P) , de ese juego, hay que decidir y ELEGIR salirse de él, dejar de ser jugador y no facilitar que se repita lo mismo de forma cíclica. Al final de la historia, Eva ha tomado conciencia de lo que pasa, de lo que ha pasado, y de lo que puede volver a pasar y decide no participar en el juego…de los móviles, (ya sabéis el Macguffin que, supuestamente «desencadena» los acontecimientos) y debido a ello tiene lugar el reinicio de la noche.
Parece que Eva se ha «feminizado», ha perdido su frialdad masculina después de ese proceso de «iniciación» que ha supuesto ese viaje de conocimiento que ha tenido (el rojo por cierto se relaciona herméticamente con la iniciación a cierto grado de conocimiento esotérico) y decide, ante esa sabiduría, no participar y tirar el móvil por el balcón para que el drama, que hemos visto, no «vuelva» a repetirse….. si es que realmente llegó a producirse. Ya sabemos que el tiempo en el Hipercubo no es lineal, sino cíclico y cuando hablamos de conciencia se trasciende el tiempo (la luna roja por cierto se dice en la película, que aniquila el tiempo),y las dimensiones….incluidas la del espacio-tiempo saturnino.
Esa cualidad cíclica queda bastante bien simbolizado en el cartel oficial de la película donde vemos la mesa donde cenan los 7 personajes y donde transcurre la mayor parte de la historia. El punto de vista marcadamente picado, desde arriba, nos muestra aparentemente un cuadrado pero si uno se fija bien lo que se nos muestra es un octógono marcado por los dos asientos que hay a cada lado del cuadrado que es la mesa. El octógono, de base 8, es un símbolo del Hipercubo, del infinito, y de la serpiente que se muerde la cola; de aquello que empieza y termina y vuelve a empezar y así una otra y vez sin fin…
En ese ciclo, tiene mucha importancia el número 7, por eso hay siete personajes en la historia, y no 8, porque como ya comente en mi canal de Saliendo del Hipercubo, este mundo se fundamenta en el 7, siendo su mayor ejemplo la semana de 7 días, que se reinicia una y otra vez, siendo el día siguiente al domingo, el lunes, el primer día de la semana que sigue, pero también es el día octavo de la semana que se deja atrás. En todo esto tiene mucho que ver la figura de Jesucristo que está muy asociado al 8 como se ve por gematría y por ciertos pasajes en el Nuevo Testamento. Jesús resucita un domingo, que tradicionalmente se tomaba como el primer día de la semana, justo después del sábado que se tomaba como día último y séptimo, por tanto el día de la resurrección de Jesús es un momento de reinicio de ciclo, simbolizado por ese 8. Ese octavo día que es también el primer día del nuevo ciclo.

No por nada en el cartel de la película el personaje que ocupa el 8º y último lugar, al lado del asiento vacío (que es el asiento número 1 el que INICIA, desde el principio, el recorrido circular de la mesa) es el personaje homosexual dual integrado. Es el «fin» del proceso de integración de la dualidad para dar paso a un nuevo ciclo. Además con su pelo largo se le puede asemejar a la imagen típica de Cristo, que, como se ha mencionado antes, representa el momento por el que el ciclo se renueva y se reinicia. Después del 7 viene 8 que es a la vez el 1. Y así cíclicamente, hipercúbicamente…
Sobre el supuesto final feliz de la película, donde parece que el personaje de Eva ha conseguido evitar que la debacle generada el jueguito de los móviles suceda «de nuevo», puede hacerse otra lectura aun más oscura y triste. Al no jugarse al juego de los móviles, la verdad sobre lo que subyace debajo de las relaciones de esos personajes se mantiene sin desvelar. Lo que es la realidad de las relaciones de esos personajes es ocultada; el «status quo», de ese micromundo representado en ese limitado espacio y de tiempo, no se ve en peligro por aquello que existe en lo profundo, bajo las máscaras, los convencionalismos, las risas, los patrones aprendidos y heredados y si, bajo las mentiras y las infidelidades.
Eva prefiere lo confortable de lo malo conocido a lo bueno (y verdadero) por conocer; elige el falso, calor hogareño de las mentiras y formalidades hipócritas antes que el poder renovador, arrollador y liberador (y si, de destrucción) que puede tener la Verdad, que es capaz de derribar de un plumazo esas relaciones personales, con cimientos realmente débiles, delantando a unos personajes que son solo fachada y con pies de barro.
Eso mismo pasaba al final de «Eyes Wide Shut» donde el matrimonio protagonista decidía no indagar más lo que habían empezado a conocer sobre su relación (y sobre el mundo real oculto tras las luces). Si no vas a luchar con compromiso real contra el dragón escondido en el fondo de tu/la cueva oscura (de tu psique o del mundo) no sigas adentrándote en ella. Si no vas a meterte en el laberinto para luchar contra el/tu Minotauro (interno), ayudándote del hilo de la valiente conciencia/Ariadna, no te introduzcas en el, no vaya a ser que te pierdas y el monstruo te engulla si te encuentra.
Por otro lado, Eva, representa a aquellos que son «iniciados», tienen el conocimiento, aquellos que controlan el Sistema, y usan ese conocimiento para someter a los no iniciados y las masas. Esos son los «elegidos» para entrar en la logia; aquellos «cercanos a la luna», que la conocen, saben como va el juego oculto, y usan de forma silenciada, ese conocimiento para mantener la integridad, por muy «artificial» que sea, de ese (mini)Sistema que es, en la peli esa cena en esa noche en concreto, y que, a gran escala no es más que el mismo Sistema saturnino donde todos vivimos. Saturno son las estructuras, el orden, y este orden se renueva cíclicamente cada cierto tiempo. Aparentemente hay un cambio pero la «estructura» central no cambia, simplemente se ha insuflado del empuje de un restart. Eva SABE y gracias a ello, consigue determinar que los acontecimientos cambien…para que todo siga igual. Gracias a su INICIACIÓN consigue una RE-INICIACIÓN.
Perfectos Desconocidos es solo un ejemplo más, y una metáfora muy simbolicamente expuesta, de como el Sistema sigue programando mental y energéticamente a las masas en la dualidad, en estos tiempos que corren, para que sigan siendo (igualmente) manipulables y sigan manteniendo los «ojos fuertemente cerrados» a la realidad, ya sea por ignorancia o, aun, teniendo conciencia de lo que pasa por elegir seguir jugando al juego de las máscaras.
Cuidado con todo lo que está pasando hoy en día, porque todo está siendo dirigido energética-mental y emocionalmente para mantenernos en la dualidad (en España es muy evidentemente esta extremización), de forma más extrema si cabe, sin darnos conocimiento de lo que sucede en realidad, evitando que encontremos nuestro centro, y el centro de lo que sucede y hacia donde quieren llevarnos. Solo desde dentro del ojo del hurracán, podemos evitar que se nos lleve el torbellino arrollador de los acontecimientos.
Para ellos es fundamental que sigamos en dualidad, sin tener conciencia holistica de lo que está/nos está pasando, para que sigamos repitiendo errores; para seguir apretándonos las tuercas, seguir implantando su Agenda de Control de la Humanidad en todos los aspectos, y para seguir anclándonos a las trampas del Hipercubo; ya que sin conocimiento, sin aprendizaje sobre nosotros mismos principalmente, sobre como acceder a nuestra verdad interna (a veces incluso la más escondida en lo más subconsciente de nosotros), nunca llegaremos a ser completos y libres.
Para liberarnos del yugo del Sistema externo primero tendremos que liberarnos del yugo del Sistema (interno) que tenemos incrustados gracias a la dualidad. Solo haciendo consciente lo subconsciente, solo poniéndonos la guirnalda, entrando en el lado iniciático de Baco, en la logia presentada por Kubrick, podremos saber la verdad, aunque eso signifique que ya nada volverá a seguir igual que antes, pero lo que es seguro es que seremos muchos más AUTÉNTICOS Y LIBRES. Y siendo libres podremos elegir nuestro futuro sin intermediaciones de manipuladores.
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Para terminar y redondear, todo lo que estoy contando, os comento una sincronicidad que me ocurriÓ el día que empecé este post que empieza con «Hace 20 años Stanley Kubrick hizo la magistral película «Eyes Wide Shut»….». Esa noche fui de visitar a una amiga a su casa y nada más entrar me encuentro con unas cuantas revistas de cotilleos…la primera de ellas tenía de portada a Nicole Kidman, de rojo-iniciación, celebrando un periodo de su vida profesional de 20 AÑOS que empezó, precisamente…cuando rodó «Eyes Wide Shut», su «SEGUNDA VIDA» (como pone en el inicio de la entrevista). Nicole, como Baco ha nacido 2 VECES…. Así que de alguna manera siento que este post tenía que ser escrito 😉
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