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El incendio de Notre Dame en París ha conmocionado al mundo y las teorías conspiranoicas y de la contrainformación alternativa, y especulativa, no ha dejado de elucubrar sobre el porque ha sucedido esto y si ha sido realmente un accidente o una «falsa bandera» realizada por los «illuminati», la iglesia católica para recaudar fondos o para hacerle un nuevo templo a Ishtar,….. Las habladurías son muchas y, oye, puede que sea un cacao mental barajar tantas hipótesis pero también es genial que haya tanto movimiento informativo (a veces, queriendo o no, cayendo en la desinformación) ya que permite que haya movimiento de sesera, un «espérate un momentito que lo miro conscientemente»; que haya un análisis, un dialogo individual o con otros; que haya flujo, vida sobre el tema, sin que lo sucedido se asiente, cual plomo saturnino, como verdad inamovible y pesada dónde solo tiene cabida la versión estandarizada, y seguramente manipulada y simplificada, que establece los medios del Sistema. Solo hay que compararlo con el 11S, por poner un ejemplo; entonces, salvando las distancias, estábamos conmocionados por el shock y no teníamos la capacidad de respuesta, consciente, que tenemos hoy.

Pero si algo es realmente fenomenal cuando hacemos frentes a eventos como este, es que estamos mirando más allá de lo posible, más allá de lo que podría ser «racional», porque ya no nos fiamos del Sistema y lo que nos cuenta; demasiadas mentiras ya para creer a ciegas. Y demasiado sabemos ya para no sospechar que aquí haya mucho de esoterismo, de mensaje oculto. Quizás intuimos que la verdad puede estar más cerca de lo imposible, lo improbable o inimaginable porque al haber ampliado nuestros limites de conciencia, y de consciencia sobre el mundo en el que estamos, más allá de nuestra programación mental preestablecida saturnina, somos capaces de dudar de lo que se nos cuenta y de hacernos preguntas y mirar todo lo que ha sucedido atendiendo a sus múltiples caras (como las de Jano).

Esto hace que miremos, en cierta medida, en los términos que ellos parecen estar mirando-actuando y eso nos hace peligrosos porque los hacemos visibles a nuestros ojos; desenmascaramos su actuaciones y sus planes y, sobretodo, porque nos hacemos LIBRES  y RESPONSABLES para intuir, pensar, repensar, analizar, discutir; nos hace libres de cualquier manipulación titiritera y nos convierte en BUSCADORES de la Verdad por nuestros propios medios (sin SUS medios). Y eso nos hace SOBERANOS por derecho (propio). Nos EMPODERA exponencialmente. Y eso al Sistema no le gusta ni una mijita. Porque, ellos MANDAN UN MENSAJE a NIVEL SUBCONSCIENTE-OCULTO, PERO NO QUIEREN QUE ENTENDAMOS EL MENSAJE A NIVEL CONSCIENTE, al menos para las masas. Porque PERDERÍA todo su poder, en todos sus niveles de expresión.

Más de una semana después ya hay muchas opiniones circulando por la red, seguramente ,más acertadas o menos; se nos dice que si Nostradamus lo vaticinó, que hay otras fechas en abril en la que se han producido eventos-accidentes o asesinatos de presidentes norteamericanos, que si los algoritmos de internet nos llevan al 11S porque es una falsa bandera, o que monumentos como este tipo se construyen en lugares energéticos especialmente potentes de la tierra (como aparentemente lo es París y su lugar de nacimiento como urbe, la Ille de la Cité, donde se enclava Notre Dame) y que son como una marca o tapón de control, una zona-portal usando geometría sagrada, donde intervienen lineas energéticas, como las Lineas LEY, y donde el agua tiene un papel principal. Mil y un enfoques y más.

Pero no voy a repetir lo que ya se ha dicho. Como siempre, si ya conocéis mi trabajo, voy a enfocar mi análisis desde el punto de vista esotérico-simbólico-alquímico-(incluso iniciático) quizás así podamos entender que se oculta en Notre Dame, que papel tiene su alienación con el «Eje Histórico» de la ciudad, llena de ARCOS (referencias a Jano) e HIPERCUBOS, y cual es, por tanto, con todo esto, el simbolismo «solar» que se no está mandando desde hace mucho tiempo en esta ciudad francesa y que nos habla de la misma raíz del Sistema y de como de hipercúbica y saturnina es esta «realidad».

Ese mismo simbolismo solar-hipercúbico ha sido resumido, a mi entender, en un solo momento, mediante el FUEGO («solar») cuando el pasado 15 de abril parte de la Catedral parisina se incendió, pero también en el incendio sincrónico de la MEZQUITA DE AL-AQSA, que, recordemos, está al lado del simbólico DOMO DE LA ROCA, en la zona del Templo (hipercúbico) de Salomón y del lugar dónde debe situarse, según la ortodoxia judía, el supuesto tercer templo de esa religión que marcaría la entrada en lo vaticinado en el Apocalipsis de San Juan. Es decir que con los eventos ocurridos se han encendido, nunca mejor dicho, las mismas raíces de las tres religiones abrahamicas (el cristianismo católico, el islamismo y el judaísmo; fundadas por el patriarca Abraham) que provienen del mismo punto (y la misma entidad «divina» solar-saturnina) y quizás no estén mandado un mensaje sobre el futuro de estas tres religiones y, por ende, del mismo mundo.

Muchos dirán que porque centrarse en los símbolos, pero, resumiendo lo dicho por la frase de Manly P. Hall es mediante símbolos como el Sistema habla realmente; es esa cara B de la cinta la única y verdadera cara a tener en cuenta si queremos saber como funciona realmente, en su esencia, el mundo y sus manejadores. Ahí está la verdadera canción; la otra cara es, prácticamente, ruido. Quizás mirando desde  el «otro lado», «bajando al inframundo», podamos encontrar algo de lo que se está diciendo con este incendio, en pleno inicio de la SEMANA SANTA (semana de celebración de la entidad solar-saturnina que es Jesucristo católico) dónde todo apunta a que se nos está hablando, mediante un ritual de muerte-purificación por el fuego-renacimiento, de estas fechas como un punto de INICIO de una NUEVA ETAPA del Sistema y sobre el devenir en el futuro en la que también parecen estar interviniendo, como ya he dicho en alguna ocasión, los astros, con los poderosos cronocratores, SATURNO y PLUTÓN a la cabeza (en su conjunción, camino al decisivo 2020).

Lo que mejor resume mi enfoque en este post es el medallón circular que encontramos nada más llegar a Notre Dame, y que parece estar dedicado a la ALQUIMIA. Este medallón, que en las imágenes explicaré, se encuentra en el pórtico principal de la catedral el,llamado pórtico del JUICIO FINAL (el de Apocalipsis de San Juan que tiene mucho que ver en todo esto), y que da la bienvenida a todo aquel que quiera entrar de forma (iniciática) en el templo alquímico que parece ser «Nuestra Señora». Todo aquel que quiera «ver», simbólicamente, la verdad más allá del velo encuentra en este medallón un mensaje bastante revelador no solo sobre Notre Dame o el «Eje Histórico» sino sobre la arquitectura que, como creía Victor Hugo, era el gran libro de la humanidad. Un libro cerrado que puede ser abierto, iniciáticamente hablando, para todo aquel que quiera saber, responsablemente, que hay en él.

Dado que el trabajo que intento hacer en el blog es holístico e interconectado, este post está estrechamente relacionado con anteriores posts del blog (la parte I y II de «Desenmascarando el Origen de la Oscuridad» y el del «Portal de Belén») y en la serie de vídeos (inconclusos – prometo terminarlos pronto! ^_^U) de mi canal de Youtube, llamados «2018 ¿Año del Cambio?» o, incluso, con el post sobre el Referendun Independencia de Cataluña de 2017 y su continuación, tratando el tema de quien estaba detrás del proceso catalán que hablan, en esencia, de la desintegración de Europa y que este incendio parece estar marcando, de alguna manera, dentro del cambio general mundial que parece estar ritualizándose.

Todo el enfoque sobre Notre Dame en este post, por tanto, reúne mucho de lo dicho en esos anteriores trabajos; desde el tetragrama de Jano-Crismón de Cristo, el dios Lugh celta, las entidades solares mercuriales, las referencias lunares, las puertas solsticiales, el Hipercubo, el octógono, el Apocalipsis de San Juan, el Domo de la Roca, los pasados dos templos judíos, el futuro tercer templo judío, o las fiestas celtas y hebreas en las que, se incluye, como no, Semana Santa. Si alguien se pierde en este post, recomiendo entonces que se pare un poco en esos contenidos anteriores para entender lo que aquí intento expresar.

Antes de empezar con el tema quería mostrar esta sincronía tan curiosa.  Esta imagen ilustrada de Cristo con el sagrado corazón en su pecho y con la catedral en llamas procede de una postal religiosa (encontrada en el periódico digital católico «The Remnant»), y resume perfectamente (sea un «fake» actual o no da igual no elimina su potente simbolismo) lo que es Notre Dame, «Nuestra Señora».

Como ya hablé en el post II de «Desenmascarando el Origen de la Oscuridad» a esos disfraces de la entidad femeninas lunar (Semiramis, Rea, Cibeles, Isis, Diana o la Virgen María) se la conoce como «Señora» ya que se las considera como «grandes madres». La palabra madre viene de «mater» y también de ahí sale la palabra MATERIA. Es decir esa entidad lunar (tal como explique en el post del Portal de Belén) es la MATRIZ; la que origina este mundo material, a partir del agua, y está muy relacionada con Saturno. Como dice Fulcanelli en «El Misterio de las Catedrales», la «Virgen Madre despejada de su velo simbólico personifica la SUSTANCIA PRIMITIVA USADA POR EL PRINCIPIO CREADOR». Es decir que el elemento femenino es usado como materia prima por el demiurgo del mundo, y siendo también como un VASO que contiene la «vida» de las cosas de este mundo.

El misterioso Fulcanelli lo resume diciendo «POST TENEBRAS LUX», «La luz sale de las Tinieblas» porque de las aguas oscuras del abismo, tal como dicen muchos mitos, el espíritu divino crea la luz, la creación material. Pero cuidado con esta luz del «fuego» porque es engañosa. Eso no lo dicen aquel (o aquellos) que se esconde tras el pseudónimo de Fulcanelli. Para más info vuelvo a remitir al post del «Portal de Belen» con los esquemas que muestran todo este proceso creador del fuego-agua-materia.

Rene Guenon en su obra «Símbolos fundamentales de la Ciencia Sagrada»  dice que el símbolo del Sagrado Corazón es el SANTO GRIAL, que dice viene de tradición celta (los celtas tienen mucho que ver con Notre Dame y su simbolismo), que, afirma, cayó de una piedra preciosa de la frente de LUCIFER. Es decir del fuego de su mente. Otra vez una referencia a esa relación entre el fuego saturnal y el «útero» lunar.

Ese «vaso» que es el Grial es como una copa que se «rellena» del fuego espiritual» de esa entidad superior creadora. A mi entender esto está dejando a la mujer, como suele hacer el Sistema, como un simple y pasivo elemento; un receptáculo, útil, pero inválido por si mismo, que nada es por si mismo sin la energía ígnea de la entidad fecundadora masculina que la «rellena», vivifica y que ayuda a crear y renovar la vida material de forma cíclica. El corazón de Cristo representa todo esto de forma muy velada y al mostrarlo sangrante, con cuchillos o con corona de espinas, se nos dice que es el medio por el cual la vida necesita ser «sacrificada» para que el fuego incluido en su interior, salga como una llama y suceda la «resurrección». El corazón de Cristo, como cordero,(como el cordero de la Pascua judía que se sacrifica al lado de zona de la Mezquita de Al-Aqsa y el Domo de la Roca) es el mismo Cristo que necesita morir y renacer para que todo el sistema material se mantenga. cíclicamente. Esto ya lo vimos en uno de los vídeos del canal.

Ese corazón sagrado, es también simbólicamente el triángulo invertido, como aquella pirámide invertida del Louvre donde Dan Brown en su conocidísimo libro «El Código Da Vinci»(que seguramente muestra más verdad de la que las críticas afirman), en la que colocó (a sabiendas de lo que simbólicamente estaba indicando) ese Santo Grial; la tumba de MARIA MAGDALENA; la «copa femenina» en la figura de la supuesta compañera lunar del sol-Cristo, que dio supuesto origen a su descendencia.  La contraparte de esta pirámide femenina es, por tanto, la pirámide colocada con su punta hacia arriba que es un símbolo solar-masculino, que aparecerá también en el post.

Este símbolo del corazón en nuestro cuerpo es aquel órgano en el CENTRO que rítmicamente, cíclicamente, mantiene la vida del organismo, y haciendo que la sangre fluya y se renueve. Es el elemento motor, esencial para la vida, pero la vida realmente se encuentra en la SANGRE, no en el corazón, y es la sangre lo que se transmite gracias al elemento femenino, la copa, de generación en generación. Una copa de Cristo, el santo grial, que, según las escrituras cristianas, contuvo la sangre dos veces, ya que sirvió primero para la Última Cena («haced esto en conmemoración mía» – repetir el ciclo de la vida) y después José de Arimatea recogió en él la sangre y el agua que manaba de la herida abierta en el costado, en la crucifixión, y que sirvió para redimir-reiniciar el mundo.

Tomando la cruz como símbolo, ese corazón también es aquel que permite que en el crucero de la catedral de Notre Dame, donde los dos brazos de la planta de cruz se unen, aparezca un elemento erguido, símbolo solar, de fuego, masculino como es la famosa aguja de Viollet-le-Duc (caída tras el incendio del pasado 15 de abril) con los 12 apóstoles. Todo un símbolo octogonal solar de la CREACIÓN, de la vida, que tras caer en el incendio, puede estar representando la CAÍDA PRÓXIMA del Sistema falocrático en el que vivimos, junto con las religiones abrahámicas, ya que este, y estas, han cumplido su función. Esta «muerte» será aparente porque habrá una resurrección como un fénix.Primero Caos aparente, pero luego Orden. Un nuevo Orden aunque en el fondo es el mismo orden. Mismo perro, distinto collar.

Por esa esa imagen dual en la postal con dos símbolos diferentes dando un mismo mensaje; la catedral en llamas, como símbolo de nuestro cuerpo, como símbolo del cuerpo de Cristo, como receptáculo de su sangre de fuego, como símbolo alquímico del Mercurio/Hermes que mantiene el Hipercubo, como símbolo del mismo Hipercubo en la forma del andamio cubico que rodeaba la aguja, y como símbolo del árbol de la cábala que manifiesta, materialmente, la creación como una espada de fuego, como un rayo que baja desde las esferas superiores a las inferiores a nivel de la luna-Yesod-Malkuth.

Jesús era el símbolo del «espíritu» encarnado en fuego-el verbo («y el verbo se hizo carne y habitó en nosotros») no por nada María, la madre, la «Materia que le dio a «luz», venía de la rama de Jesé y «jes» en hebreo significa «fuego». Es decir que Jesús y Maria son de la raza del sol, del «fuego divino» y quizás esto nos ayuda a entender porque la representación arquitectónica de Maria (la catedral) y su hijo (la aguja) han sido «víctimas» del fuego.


Para empezar centrémonos en el medallón de la Alquimia, que he mencionado al principio, y que forma parte de una serie alegórica de las ciencias medievales ocupando este la posición central de la base del pilar central, el «parteluz» nunca mejor dicho, dándonos a entender su importancia.

Ese medallón del pórtico del Juicio Final de Notre Dame, fue añadido en el siglo XIX, por el arquitecto iniciado VIOLET-LE-DUC tras las remodelaciones realizadas en la catedral. En el se ve a una mujer de ojos cerrados («lo esencial es invisible a los ojos»), con un pelo circular acuoso (lo «espiritual» el otro lado, el lunar se relaciona con el agua) y con una escalera de 9 peldaños, bajo su cabeza (que es, entre otras, cosas la escalera de aquel que va iniciarse y los grados que tiene que subir). Ademas lleva un cetro en una mano y, en su otra mano, dos libros; uno abierto y otro cerrado; el abierto delante del cerrado. Aunque estos dos libros tienen una interpretación que tiene mucho que ver el antiguo testamento ( el abierto) y el nuevo testamento y la segunda venida de Jesús (el cerrado), en su esencia más elemental, significan lo que se ve y lo que no se ve, lo espiritual y material, lo ritualístico y lo profano, lo que sucede en la luz y lo que sucede en la oscuridad, en lo oculto.  Por eso se ha tomado como símbolo de la Alquimia.

En definitiva el libro abierto es para aquellos que solo ven, o solo quieren ver, de forma EXOTERICA; para los no iniciados, la mayoría, los que no conocen; para las masas que solo se mueven en la falsa y manipulada «realidad» de lo material y en lo superficial y fácilmente visible y percibible del mundo. El libro cerrado está «reservado» para aquellos que ven, o quieren ver, de forma ESOTÉRICA; para los iniciados, los que desean adentrarse a mirar detrás del velo superficial (de Isis) que lo cubre todo adentrándose más allá, en lo oculto, en capas más allá del disfraz de la falsa realidad.

Abrir el libro oculto que «Nuestra Señora», que lleva entre sus brazos, es como adentrarse en la oscuridad de una catedral, como en una cueva iniciativa, como un dolmen, como en el viaje de un héroe de una historia mitológica llena de monstruos, de pruebas y desafíos solo aptos para valientes y puros que saben que están saliendo de su zona de confort de la realidad conocida y construida por el Sistema pero que, a pesar de tener miedo, así lo hacen, porque así lo creen; porque tienen fe y y tiene un ideal y una aspiración superior que los mueve. Solo los verdaderos combatientes, comprometidos de corazón, sabrán enfrentarse al dragón del fondo la cueva-catedral, llegado el momento. Solo ellos pueden abrir el libro cerrado con éxito.

Y es que buscar lo que se oculta tras los sucedido en Notre-Dame es saber y creer que, seguramente, hay mucho más de lo que se nos dice; es aceptar no solo la invitación iniciática que el medallón está lazando a los que están a punto de entrar en la catedral, siendo también una advertencia para aquellos que se adentran en lo «oculto» sin estar preparados y sin un compromiso real, solo movidos por el morbo o la curiosidad, y/o sin saber, irresponsablemente, la seriedad del sitio dónde se está entrando, como en el laberinto de Minos que esconde un monstruoso minotauro en su interior. Una advertencia para aquellos que quieran saber y tener conocimiento a ligera, sin saber que ese «fuego» te pone a prueba, te cambia, transmuta, te hace diferente, te hace salir de la comfor(t)midad (al menos mental-emocional) de tu vida preprogamada por el Sistema y conlleva un precio y una responsabilidad enorme ya que puede que todo lo que uno siempre ha creído saber, incluso sobre uno mismo, se venga abajo de un plomazo por las llamas. Como el techo de la misma catedral parisina.

Para seguir entendiendo la importancia esotérica de la arquitectura que mejor, precisamente, las palabras del creador de la famosa novela que tiene a la Catedral de Notre Dame como una de sus protagonistas, «Nuestra Señora de París» (1831), más conocida como la historia del jorobado de Notre Dame. El escritor francés del siglo XIX, seguramente, tal como dejan entrever sus palabras sobre el significado oculto de la arquitectura, era un iniciado en conocimiento oculto y conocía el «valor» de edificios como Notre Dame más allá de su valor histórico o artístico. De cara a la galería, este autor dejo constancia del valor del patrimonio arquitectónico, y su defensa como patrimonio de la humanidad, en un texto llamado «Guerra contra los Demoledores», de 1832, dónde defendía clara y contundentemente a los edificios por su valor monumental en contra de especuladores con interés meramente económicos.

Oficialmente, con esta obra con Notre Dame de fondo, Hugo quiso hacer una metáfora del devenir del ser humano, y de como de inhumano puede llegar a ser, y de reivindicación romántica del pasado frente a los avances devastadores de la modernidad. Una comparación no muy amable, del mundo del siglo XIX, quizás viendo el monstruo de la industrialización llegar a lo lejos, frente al mundo del siglo XV, al que, no obstante, también dejaba fino. Y es que en esencia, el mundo del ayer y sus habitantes, sea del siglo que sea, no son muy diferentes del mundo de hoy (todo muy hipercúbico donde todo se repite a pesar de cambiar de escenario) y al final las miserias y virtudes de aquellos no son muy diferentes de las de ahora siendo observadores, aparentemente inmunes al paso de tiempo, de todo lo que acontece la misma Notre Dame, y en la novela, además, el mismo Quasimodo. Gracias al éxito de esta obra, Notre Dame, hasta entonces abandonada, fue de nuevo tomada en cuenta y restaurada.

Pero hay otra forma de analizar la historia de Quasimodo. Ese ser oculto y deforme dentro de las entrañas de «Nuestra Señora», no solo es algo que el presente ha olvidado y deformado por su «olvido del valor «histórico» sino que es también símbolo del OLVIDO SIMBÓLICO-ESOTÉRICO que ha perpetrado el Sistema sobre nosotros; es aquello que este nos ha ocultado, y sigue ocultando, a veces de forma visible, pero que ha quedado codificado, entre otros sitios, en los muros de piedra de edificios como Notre Dame. Esa la verdad que, aunque presente, no se quiere, o no es posible ver, a simple vista porque se encuentra velada por una capa densa, como de piedra, de mentiras, manipulaciones, negaciones o símbolos que camuflan el verdadero mensaje.

Por ello es difícil, y quizás inocente, asumir que lo pasado en este incendio ha sido un accidente. En este Sistema de Control todo absolutamente todo está más que controlado y determinado; no hay nada al azar, sobretodo si intervienen monumentos tan importantes y adorados como la Catedral de Notre Dame. Nada sucede porque si, y si sucede hay que sospechar, y analizar, si ha sido un evento RITUALIZADO- PROGRAMADO. Es por ello que, quizás ,tenemos que saber ver de manera mucho más amplia, incluso esotérica, y dejar de ver las cosas únicamente de forma superficial y racional,porque así podremos llegar al mensaje real subyacente y, por tanto, no podremos ser carne de engaño.

Volvamos al pórtico principal de Notre Dame que nos da la bienvenida, dónde se encuentra el medallón como Pórtico del Juicio Final contiene mucha iconografía referida al Apocalipsis de San Juan con ese Cristo Juez y con ese SAN MIGUEL que pesas las almas en el juicio final, que no es más que un disfraz de otras entidades intermediarias de las almas-guardianes de las puertas como Mercurio/ Hermes ,el mismo Santiago de Compostela o el mismo Jano. Remito, de nuevo, al blog para entender estas relaciones.

Aparte encontramos mucho simbolismo alquímico, ya que todo el pórtico fue realizado por  Le Duc, con esos medallones en la parte inferior del pórtico (analizados en la obra de Fulcanelli sobre las catedrales) donde encontramos referencias al proceso de la alquimia, paso por paso. En ese medallón en concreto que muestro como detalle, encontramos una vara de Esculapio, con serpiente enroscada en la vara, y que vuelve a remitir a Hermes/Mercurio como figura-elemento principal de la alquimia.

San Juan el Evangelista es otra de esas caras del mismo Mercurio o del mismo Cristo. Es importante entender esto: que este San Juan, así como el otro San Juan, el Bautista, son esenciales para entender el simbolismo de las puertas solisticiales donde Notre Dame tiene un papel importante, como ahora veremos, y es base, además, del sistema hipercúbico. Estas puertas son como las dos caras de Jano, de las que ya he hablado en mi blog, siendo este San Juan el que se asocia al Solsticio de Invierno, a Capricornio la «Puerta de los Dioses» o las esferas superiores saturninas del árbol de la cábala. Esto es importante entenderlo porque esta puerta solsticial se asocia con el Norte y con Occidente (el Oeste) y la fachada principal de Notre Dame se encuentra mirando hacia el Occidente, el Noroeste. Más adelante lo veréis claramente.

El pórtico de la izquierda, si miramos de frente a Notre Dame, es el llamado Pórtico de la Virgen, este pórtico, según Fulcanelli, esconde un conjunto simbólico basado en los astros justo encima de la figura de la Virgen con el niño. En ese conjunto representa, según este autor, el BAÑO de los ASTROS, para que el espíritu se renueve. En la base de esa bañera encontramos  hay siete esferas con símbolos, aparentemente al azar, que son los 7 planetas tradicionales de la astrología (en orden desde la izquierda); Saturno, Jupiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio y Luna. Estos se encuentran asociados de dos en dos, de forma dual (masculina-femenina),exceptuando el sol, ya que llevan el mismo símbolo; Saturno con la Luna, Marte con Venus y Jupiter con Mercurio. Fulcanelli dice que, además, las esferas llevan al lado (no se ve aquí)  además un símbolo de una vara enrrollada y de una cruz, siendo los únicos que llevan el báculo enrrollado las esferas de Saturno, la Luna y Mercurio (porque los dos primeros son metales perfectos, para la alquimia, y el tercero siendo un semimetal/semiperfecto – según Fulcanelli). Esto refuta lo que ya expuse en el post sobre el Portal de Belén. Si os acordáis en esa publicación llegué a la conclusión que esos tres planetas eran los 3 principales esferas-planetas-energías del Sistema hipercúbico-cíclico de la creación material, habiendo sobretodo una gran correspondencia entre Saturno y la Luna (fuego-agua).

Hay muchos más simbolismos alquímicos en Notre Dame, como el alquimista a modo de gárgola en una de sus torres por ejemplo, pero centrarme en ellas sería alargar de más el post. Si queréis seguir escudriñando este tema os remito a la obra de Fulcanelli.

Seguramente muchos reconoceréis el uso de tres puertas en las fachadas de muchísimas catedrales, como en algunas catedrales francesas góticas como Notre Dame, y quitando que sea un símbolo sobre la triada «padre-hijo-espíritu santo» (siendo el espíritu santo una mascara del elemento femenino «el que porta la rama -el vaso-copa-corazón que contiene el fuego) es quizás una referencia al árbol de la cábala y a simbología esotérica inciática basadas en la masonería. Se dice que Notre Dame fue construida por los masones, y sabemos que los masones se originaron de los gremios antiguos de arquitectos. Tan antiguos como el propio arquitecto del templo de Salomon o incluso mucho más anterior a este. La palabra arquitecto, viene de la raíz  «arkho» que significa «gobernante, dirigente, el primero» y remite al nombre oculto del dios romano Jano, y su tetragrama, como ya expuse en mi blog. También esta raíz da lugar a la palabra ARCO en si que es como una puerta, un portal que, para todo incoado tiene que traspasarse  y donde entidades como Jano, o San Pedro, son los únicos con las «llaves» iniciáticas para poder atraversarlos. Las connotaciones son muchas y, por tanto no hay que olvidar nunca que arquitectura y esoterismo están muy entrelazadas desde tiempos inmemoriales. Dejándonos muchísimos mensajes marcados en la piedra.

En las ilustraciones basadas en las enseñanzas masónicas, como las que acompañan este texto, vemos dos pilares,como las dos torres de la catedral parisina, siendo una de las torres el sol (que como digo siempre es el sol real oculto, el creador, el «Sol Negro» saturnino») y la otra la luna, dejando en el medio a la luz espiritual» intermediaria, el hijo mercurial que intercede y conecta, como una escalera, los estados superiores con los estados inferiores, de la Materia, representada por ese suelo dual ajedrezado, tan famoso. Suelo blanco y negro, por cierto que se encuentra en Notre Dame indicando su origen masónico pero también diciendonos que la materia dual es el nivel más bajo del ser y que necesita ser «elevada».

Esa escalera además representa, como en el medallón alquímico del pórtico del Juicio Final, la ascensión por grados en la jerarquía masónica, desde los más inferiores a los superiores, y alude también a la escalera con ángeles, subiendo y bajando, que según la biblia, vio Jacob en un sueño dormido sobre una roca, la famosa roca donde se encuentra el domo octogonal en Jerusalén, al lado del sitio donde tuvo lugar el otro incendio, en la mezquita de Al-Aqsa, el pasado 15 de abril. Todo está conectado.

Además, la escalera representa la conexión entre esferas-planetas del árbol de la cábala desde los estadios superiores de «fuego» (la estrella de 7 puntas – el 7 es un número asociado a la entidad demiúrgica saturnina) a los inferiores, de la Materia. Y por tanto representa también su subida. Como un símbolo cíclico

En la ilustración de la derecha además, vemos el corazón en el CENTRO representando lo que hemos dicho como transmisor del fuego, de la vida material-mental, así como, en la parte derecha superior, un símbolo que parece un 101, dos rectas con un circulo en medio, que representa también a los dos pilares (masculino-femenino), a las puertas solsticiales, a las dos San Juanes, a las dos caras de Jano o las dos llaves de San Pedro (las que guardan las puertas de los «misterios»), la del sol-oro y la luna-plata. Dejando en el centro a esa entidad creadora que forma la vida, cíclicamente, en la forma de un círculo. Como el rosetón central de Notre Dame que desde su centro crea la misma vida material, que es la parte externa del «mandala» y que visto de forma lateral seria como un árbol de navidad o una pirámide, que desde su parte superior, sol o estrella, crea la vida material de forma espiral, hacia abajo. Un punto único superior genera una multitud de puntos a nivel inferior. Como en la pirámide de Pink Floyd cuando la luz se convierte en arcoiris (el de la materia).

Para entender esta triada de puertas tan usada en las catedrales,y la importancia de la arquitectura como «mensajera» de lo oculto, podemos usar un edificio más moderno, el ROCKEFELLER CENTER de NUEVA YORK, donde vemos otra triada de puertas en su fachada principal (como referencia al «triángulo» creador, como el triángulo superior del árbol de la cábala) con una entidad «divina» creadora en el relieve de la puerta central, llevando un compás, y con una figura femenina en la puerta derecha y una figura masculina en la puerta izquierda. Vuelven a mostrar lo mismo, a pesar del tiempo, y usando una iconografía basada en el movimiento artístico art-decó.

Si analizamos el Rockefeller Center englobando también a la famosa fuente de Prometeo el simbolismo de la triada de puertas se vuelve mucho más intenso. Prometeo, según la mitología griega fue un titán que robó el «fuego» de los dioses», el conocimiento – la mente (tal como lo muestra Gustave Moreau en su cuadro de Prometeo situando el fuego a nivel de la cabeza) de manos de Zeus. Tras varios avatares y triquiñuelas contra Zeus, esta entidad, benefactor, por entregarle ese «don divino», y protector de la humanidad (que es otro disfraz de entidades como Jano o Hermes, como ya expuse en mi blog),  es obligado a llevar un ANILLO anclado a la piedra donde previamente había sido encadenado por la eternidad, por haber robado ese «fuego divino» y entegrárselo a los seres humanos (y donde un águila le comía CICLICAMENTE su hígado). Todo un cuento cíclico- hipercubico del mundo e el que nos encontramos.

Este mito, tan interesante, refleja el proceso de intercesión de esa entidad entre los «dioses» y los hombres y remite, sospechosamente, al proceso de creación mismo del ser humano. Y esto mismo se ve en la imagen de la estatua de Prometeo en el Rockefeller center y que remite al proceso de creación del árbol de la cábala. Arriba la triada superior, como las tres esferas superiores del árbol sefirótico (Kether,Chokmah y Binah) símbolo del fuego creador, y más abajo la entidad Prometeo, un mercurio intermediario que porta el fuego divino hacia abajo donde se encuentra la piedra fundacional de la luna, el Hipercubo, la esfera de YESOD, relacionada con el agua (por eso aparece la fuente de agua).

Es de notar esa referencia a los ciclos que simboliza Prometeo con ese anillo zodiacal que rodea toda la estatua dorada del titán griego. Otra pista más que nos da a entender que es crucial para entender los ciclos del Hipercubo el entender las energías de los astros y las constelaciones, y su correspondencia a nivel de la psique humana, y en los que interviene, como no, las puertas solsticiales, y Cáncer y Capricornio como signos del zodiaco (que significa «rueda que gira» realmente) que «ocultan» dichas puertas donde las almas van y vienen.

Hay un famoso cortometraje animado de 2012, llamado «I Pet Goat II» que parecer mostrar simbólicamente, a modos e programación productiva, el devenir futuro del mundo, según los Controladores del Sistema, donde aparece una especie de ser crístico montado en una barca «solar» egipcia. Al final de video (como se ve en el fragmento que adjunto) se ve al Cristo, montado esa barca, saliendo de una cueva de hielo que resulta tener forma de catedral en su exterior. Esa entidad esta llena de referencias solares: fuego en los ojos,un corazón llameante en la parte baja de su pecho, de pie sobre una base llameante y, encima una pirámide y un ojo en la frente (TODAS REFERENCIAS AL FUEGO).

Ese ser crístico se queda mirando hacia el sol mientras la catedral, a sus espaldas, se empieza desmoronar y el sol, mientras la corona de espinas desaparece de su frente (indicando que su segunda venida se ha materializado). Para terminar con la referencia ese reinicio de ciclo (de muerte y resurrección), el sol al que mira comienza a lanzar dardos de fuego que acaban por destruir incluso las pirámides (símbolos solares).

Hay que recordar, para dar más énfasis al concepto del fuego como evento renovador de ciclo, que el mes en el que ha sucedido el incendio es el mes del signo zodiacal de ARIES, un signo de fuego y que además es el punto de INICIO del año astrológico. Este mes se corresponde a nivel del calendario hebreo (que procede del calendario babilónico) con el mes de NISAN, un mes muy importante porque se refiere al inicio del año, al inicio de la primavera, con el Equinoccio y con el inicio del ciclo de las cosechas donde Saturno tiene un papel muy importante aunque lo camuflen los judíos como Yavhe, Jehova o cualquier otro nombre.

Por otro lado, y ayudando a reforzar lo expuesto en la anterior imagen sobre Prometeo y el Rockefeller Center, he vuelto a compartir el esquema que hice del árbol de la vida cabalístico en el post sobre el Portal de Belen. Aquí se muestra las dos puertas solsticiales: una de ellas, la superior es la del Norte, la Puerta de los Dioses, relacionada, como he dicho ya, con el Solsticio de Invierno, en diciembre, y con el signo de Capricornio y con el planeta Saturno (esta puerta puede extenderse no solo a la esfera de Binah sino a las dos otras esferas que conforman la triada superior del árbol) y que alude al fuego «creador». La esfera penúltima, que se encuentra justo encima del Reino (material) que es Malkuth (la ultima esfera inferior), es la esfera de Yesod, relacionada con el Sur, con la puerta solsticial llamada del Infierno o de los Hombres, relacionada con el Solsticio de Verano (en junio) y con la Luna y con el signo de Cáncer. Entender esto es crucial para entender lo que voy a contar sobre Notre Dame y el llamado «Eje Histórico» de la ciudad que incluye, entre otras cosas, a los Campos Eliseos (para que os vayáis situando). Entre estas dos puertas el portero o mediador de la creación que es Mercurio, la esfera de Hod (relacionada con el signo de Virgo) aquel que trae el fuego (su vara de Hermes) a los hombres, el conocimiento del «fuego de la mente».

Si comparamos todo este simbolismo explicado con la escena final de «I Pet Goat II» vemos que existe una clara sincronía simbólica. Cristo es como el Mercurio que está montado sobre la barca que es la que surca las aguas. Las barcas, como el arca de Noé en el diluvio (restart del mundo), son símbolos femeninos-lunares (por eso se relaciona con los cuernos) como lo es la copa, el vaso o el mismo sagrado corazón de los que ya he hablado. La barca egipcia porta a Cristo como una madre porta a su hijo en el vientre. Es ella la que da a luz e intercede, como un «transportin» que «baja la luz» al mundo (pero cuidado porque en la bajada hay una oscuridad que también baja al crearse la Materia), por eso este Cristo del video dirige su mirada hacia el «padre» que es el sol que aparece en ese amanecer de un nuevo día, «recargando las pilas», dando inicio a un nuevo mundo (recordad que este sol al que se alude no es el sol astro material que vemos todos los días, sino un Sol Negro-oculto-Saturno que es el supuesto creador de la vida material).

Para fortalecer los conceptos que aquí estoy tratando sobre la figura de Cristo, relacionado con el fuego, con Mercurio y con la Cruz, os vuelvo a compartir una imagen que realicé para el post del «Portal de Belén».

En esta imagen, empezamos por el triángulo, en la parte superior derecha que resume perfectamente la triada formada por el Padre (el fuego-Saturno) la madre (el agua- la Luna) y el hijo (Mercurio – el intermediario entre ambos elementos) que aquí aparece mencionado como conciencia pero se refiere a la materialización-densificación del fuego «espiritual del padre» por medio de la copa femenina de «agua» lunar , que lo que realmente indica es la formación del EGO, la MENTE (relacionada con la carta del DIABLO en el tarot); el «regalo» de Prometeo a la humanidad.

Otra forma de ver ese triángulo es como la unión de dos círculos que dan lugar a una mandorla mística o VESICA PISCIS (la vejiga de pez) tan vista en mucho arte religioso. Y, como no, otra forma de verlo es con forma de cruz donde la madre y el padre, tienen, simbólicamente, una relación sexual, dando «a luz» en el CENTRO, en el cruce, al hijo mercurial o crístico. Este parto tiene lugar a niveles de la esfera cabalística de Yesod, como hemos recordado en la imagen de antes, donde se sitúa la PIEDRA FUNDACIONAL, el Hipercubo. Es por eso que a la esfera última de árbol de la vida, el reino de la Materia, Malkuth, se le represente como un circulo rodeando una cruz. Esta cruz divide el mundo material, también, según los 4 elementos (tierra-agua-aire-fuego), que ya aparecen en el árbol de la vida estando separado en 4 zonas diferentes según el fuego se densifica, arriba, pasando por el aire y el agua hasta llegar a al elemento tierra, abajo. Así la triada superior de fuego pasa a la triada inmediatamente inferior de aire y luego a la triada penúltima de agua hasta llegar a la última esfera de tierra.

Esta representación del «hijo» en forma de cruz no solo es el mercurio/Hermes o el Cristo sino también es el recurrente hermafrodita en la Alquimia, llamado REBIS, que reúne en si los dos lados (el masculino y el femenino) y que, como veis en la ilustración del centro de la imagen, se encuentra basado sobre una especie de barca lunar que es la que da base al Mercurio alquímico ya que es un elemento de agua, porque su madre es la luna (acuosa).

Otra representación del Mercurio se encuentra en su signo astrológico-alquímico que contiene un circulo con dos extremidades en su parte superior a modo de cuernos y la parte inferior con la cruz de la materia, siendo el circulo aquel elemento CICLICO, que intercede entre el fuego «espiritual» y la materia terrenal, que al final remiten al caduceo de Hermes y al mismo Árbol de la Cábala.

La cruz aparece en muchas tradiciones esotéricas y religiosas, mucho antes que el cristianismo católico la pusiera de moda enmascarando su simbolismo tan preciso y es una referencia, sobretodo si va rodeada de un circulo de los ciclos y de la vida que se renueva constantemente.

Es posible encontrar la cruz, por ejemplo, como símbolo egipcio en forma de la Llave de la Vida o ANK, que según algunas hipótesis puede haber sido el origen del mismo Crismón de Cristo (ver abajo a la derecha en la imagen). Ese Crismón ya dijimos que tenia su origen en el símbolo del dios romano de las dos caras llamado Jano, que es fundamental conocer para entender la verdad detrás del Camino de Santiago y del Catedral de Santiago de Compostela (todo esto bien analizado en la parte I de «Desenmascarando el Origen de la Oscuridad» en el blog).

Hablando del mes de Aries, el mes hebreo de NISAN, creo necesario recordar esta imagen que realicé para uno de los vídeos del canal y que demuestra la importancia del evento sucedido en París precisamente en estas fechas, coincidentes con la Semana Santa. Este es un calendario circular de los meses hebreos empezando por ese mes inicial del año que es Nisan (finales de marzo-finales de abril), según la tradición del antiguo testamento, de origen judío recordemos (el otro inicio sería el mes de TISHREI, el mes 7, en otoño pero referido a la renovación del pacto con «Dios» por medio de su perdón). Este mes que es el mes de la pascua judía, celebra oficialmente el fin de la esclavitud del pueblo hebreo que había estado dominado por el reino de Egipto. Moises es una figura central de esta historia, muy simbólica, ya que la tierra de Egipto sería como el mundo («esclavizante») de la Materia y Moises, como un guía de almas» con su vara a lo Mercurio, ayuda a crear un paso para cruzar las «aguas» de vuelta al mundo espiritual, en dirección a la «tierra prometida» por esa entidad divina.

En el gráfico muestro, y esto está mejor explicado en el canal, es que esas fiestas hebreas están fundamentados en el numero 7, como número divino. Por ejemplo PESAJ, pascua judía, se suele situar una semana (7 días) después de la Semana Santa católica, y sucede en la primera LUNA LLENA (el calendario judío se basa en la luna) a los 14 días (2×7) del inicio del mes de Nisán. Si seguís analizando el esquema veréis la sincronía entre las fiestas y el número 7 es, como mínimo, curiosa.

El incendio de Notre Dame relaciona el fuego directamente con el Hipercubo. El Hipercubo, llamado también Teseracto, es tomado como la 4ª dimensión y es la base de toda la investigación que hago en mi blog, ya que considero que es la base de la matrix-Sistema donde nos encontramos y consiste, resumiendo de forma sencilla, en su forma más entendible, en dos cubos, uno más pequeño encerrado dentro de otro, el espacio y el tiempo, unidos entre si por sus aristas y cuyo movimiento «eterno», si veis cualquier video sobre el hipercubo en «acción», es cíclico. Ese hipercubo puede reinterpretarse de múltiples formas. Entender cuantos más de estos «disfraces» mejor para nosotros porque se encuentran REPARTIDOS POR TODOS LADOS, quizás en un sentido de marcaje-firma energética o como recordatorio-adoración al «formador» de este mundo material.

Una de estos disfraces es el mismo árbol de la cábala, donde los dos cuadrados se encuentran separados uno por encima de otro y que apuntan a la esfera final que es la esfera del reino físico de Malkuth. Se puede tomar el cuadrado superior como el «tiempo»(donde está la esfera del «Señor del tiempo» Saturno, Binah) y el inferior como el «espacio». La Materia se ordena-manifiesta, aparentemente, en el espacio y está sometida al devenir del tiempo.

Otra de esas máscaras es la misma CRUZ, (remito a los vídeos del canal para entender esto) de manera que la cruz en 3D es un hipercubo desglosado en 8 cubos más pequeños (el 8 es otro símbolo del hipercubo y del infinito), tal como se ve en el cuadro de Dali del «Cristo Hipercubico» (dónde muestra en su parte inferior la dualidad del suelo de ajedrez que representa a la Materia entre otras cosas). La cruz en 2D, en plano aparece como la típica cruz donde se crucifica a Cristo, por lo que hay que tener cuidado con la cruz porque es un símbolo del Hipercubo que lejos de ser, espiritualmente, positivo, apunta a ser, materialmente, negativo.

Otro símbolo que esconde el hipercubo es la estrella de ocho puntas y el octógono. El octógono precisamente es la base de la aguja de Notre Dame. Esta aguja era un simbolo solar falocrático, como los obeliscos, y se encontraba rodeada por 12 apostoles (como un «sol central» rodeado de los 12 signos zodiacales). El octógono, el número 12 , y el hipercubo volverán a aparecer  en este post cuando veamos el «Eje histórico» parisino desde el Arco de la Défense hasta el museo del Louvre.

En Notre Dame es curioso, como mínimo, ver como, en el momento del incendio, en el punto central, en el cruce de la catedral, lugar simbólico más potente de todo el templo, se encontraba un andamio con forma de hipercubo, si lo veis desde arriba, con un cuadrado interno encerrado dentro de otro mas grande externo. Ese lugar fue el sitio donde empezó esa especie de «ritual» de fuego generando que la aguja central colapsara.

Por cierto que esa referencia al punto central como lugar del fuego «cristico» lo encontramos en la noticia de la mujer que supuestamente vio la figura de Jesucristo entre las llamas que asolaban la catedral. No se si está noticia es real es algo totalmente programado por el Sistema para mandarnos un mensaje pero la cuestión es que la noticia apunta directamente a todo lo que estoy exponiendo aquí sobre el «fuego divino» que son esas entidades solares como Cristo y que hablan de la renovación de ciclo.

Pero el incendio de Notre Dame se convierte en algo mucho más simbólico cuando entra en escena el incendio de una sala de la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén, situada en una de las zonas más importantes para 3 de las religiones más difundidas del mundo (el cristianismo,el judaísmo y el islamismo), en la explanada de las mezquitas, bajo control musulmán,  ya que en ella se encuentra el DOMO DE LA ROCA, que  con su forma arquitectónica octogonal remite, no solo al Hipercubo, sino también a ese lugar que protege la supuesta roca, como punto de referencia religioso importante para el islamismo y el cristianismo. Es en ese lugar donde, parece ser, según la tradición cristiana, Jacob tuvo el sueño de la escalera que conectaba el cielo y el tierra de la que veía bajar y subir ángeles y es en ese lugar, según el islamismo, desde donde Mahoma ascendió a los 7 cielos (referencia a los 7 planetas quizás) montado en el caballo alado Buraq.

Ese lugar es un punto muy importante también para la tradición judía ya que cercana a la mezquita de Al-Aqsa sitúan el mítico primer templo judío, el de mítico SALOMON, que posteriormente fue destruido tras la conquista babilónica del pueblo judío, de lo que queda solamente el muro de las lamentaciones. Tras construir un segundo templo, y ser destruido en tiempos del imperio romano, los judíos esperan, como un símbolo divino, la construcción de un tercer templo. Como muestra la noticia adjunta, la esperanza de los judíos es recuperar la explanada donde se sitúa el domo de la Roca y la mezquita para poder reconstruirlo.

El templo de Salomon se engloba, en algunos diseños, como dentro de una recinto con forma de hipercubo y además con sus columnas presidiendo su entrada remiten también al diseño de Notre Dame con sus dos torres, como portal de entrada hacia la «divinidad» que encierra el templo, sea de la religión que sea.

Todo esto que he contado, dan muchísima significancia simbólica a la sincronía de los dos incendios ya que muestra que el evento de Notre Dame no solo apunta al final de una época para el Catolicismo sino también al fin de una época para las otras dos religiones, aparentemente monoteístas, el judaísmo y el islamismo, que nacieron como el Cristianismo católico, a partir de la figura del patriarca Abraham y que tienen como punto central, de conexión, esa zona explicada de la ciudad de Jerusalén.

El principal protagonista a partir de este punto del post va a ser el llamado «Eje Histórico» de París. Este eje engloba la zona que se encuentra entre el museo del Louvre (un antiguo palacio convertido en pinacoteca) en la parte sureste, y el barrio financiero, más moderno, de «La Défense», en su parte Noroeste. El pasado y el futuro de la ciudad reunidos de un extremo a otro de ese eje, pasando por el Arco de Carrusel, los jardines de la Tullerias, la plaza de la Concordia, los Campos Eliseos, y el Arco del Triunfo que, esto es importante, es el punto central del eje. La Catedral de Notre Dame no se engobla (oficialmente) en este eje, cuando se habla de el, no se si intencionadamente o no, pero realmente SI forma parte de este eje, ya que se encuentra perfectamente alineado con el aunque de forma paralela (la catedral se encuentra un poco más abajo en el plano de la ciudad) y cuando veamos los eventos solares en los que participa Notre Dame no nos cabra duda que realmente forma parte de él.

En todo este eje encontramos multitud de referencias al Hipercubo y al octógono, empezando por el mismo museo del Louvre cuya entrada principal, la famosa pirámide del arquitecto chino Ming Pei, es un símbolo solar, ya que las pirámides son símbolos de fuego, pero si la miramos desde arriba esta pirámide aparece formando parte de una estructura (hiper)cubica que hace referencia al llamado TRIPLE RECINTO DRUIDICO (mencionado en la obra de Guenon sobre símbolos que hablé antes) formada por tres cuadrados concéntricos, siendo el cuadrado exterior dividido por unas lineas que dan lugar a varios triángulos. Esta forma es también una referencia solar ya que son 12 triángulos rodeando el centro, como las estructuras cíclicas de sol rodeado por un zodiaco de 12 signos. Aparte esta formación hipercúbica remite a la Nueva Jerusalén del Apocalipisis de San Juan, que tiene forma de cubo con 12 puertas repartidas de 3 en 3 en cada lado del cuadrado exterior, y también apunta al tabernáculo del dios bíblico en el desierto,rodeado de las 12 tribus de Isreal y como no, apunta al primer templo judío, el del rey Salomón.  En el canal de «Saliendo del Hipercubo» podréis encontrar como hablo de todos estos conceptos hipercúbicos.

Existe una pirámide que no se ve en el museo del Louvre, como «reflejo» hermético y simbólico de la primera pirámide «visible» y que se encuentra en dirección a las Tullerias y al Arco del Carrusel, es la llamada PIRAMIDE INVERTIDA, de la que ya he hablado al comentar la imagen del sagrado corazón de Jesús y que es un símbolo de agua, femenino. La pirámide, una vez se encuentra uno abajo en la zona de entrada del museo, apunta con su vértice, mirando hacia abajo, a otra pirámide ya situada en el suelo, perfectamente alineada con esta con la diferencia que es más pequeña y esta hecha de piedra. Esta pirámide es un símbolo del mundo físico como ultimo paso cabalístico en el descenso de las energías «solares» (de fuego-el triángulo mirando hacia arriba) en la formación de materia y en la que la «copa de agua», la pirámide en modo inverso es el interconector necesario.

Esta pirámide invertida, si nos situamos en la rotonda circular que la engobla (una formación cíclica) en la explanada del museo, tiene forma de cuadrado (lo que vemos es la base de la pirámide) pero forma parte de un hipercubo directamente porque le rodea concéntricamente otro cuadrado y hay otro cuadrado más que le rodea, pero desviado, respecto al cuadrado principal. Para más inri, nunca mejor dicho, están los setos que marcan la entrada a los jardines de las Tullerias, más allá del Arco del Carrusel, que tienen también un diseño hipercúbico pero a nivel del plano, vista desde arriba, como se ve en la imagen.

Si continuamos más adelante en el eje, hacia el Noroeste, al final de los jardines de las Tullerias encontramos otra referencia hipercubica: una fuente con forma de octógono. Los jardines, por cierto parecen, en su diseño actual, sospechosamente al plano que se hace del tabernáculo de dios en el desierto, siendo esa fuente el punto central del templo, el altar de adoración principal.

Al terminar estos jardines, entramos en la plaza de la Concordia, con forma circular, dejando en su eje central un obelisco de origen egipcio (de Luxor) y que como símbolo solar que irradia desde el centro daría eje a esa rotonda siendo todo el conjunto un símbolo del hipercubo en su expresión cíclica. Para dar más énfasis a esta idea, en esa plaza se suele situar una noria que aparece perfectamente alineada con el «Eje Histórico» y, como veremos, más adelante, refuerza aún más el significado solar de todo el conjunto.

Llegamos al punto central del «Eje Histórico», habiendo pasado por el final de las Tullerias y la avenida de los Campos Eliseos, dónde se encuentra la plaza circular de «Charles de Gaulle», conocida anteriormente, precisamente, como la plaza de «L´Étoile» (La Estrella). Esta plaza tiene en su centro al Arco de Triunfo, en honor , exotéricamente hablando, a Napoleón Bonaparte, y contiene la tumba al soldado desconocido así como un pebetero, la LLAMA ETERNA, dónde se enciende una fuego (otra referencia solar). Pero, esotéricamente, esta plaza es un símbolo solar ya que de ella parten 12 vías de la ciudad (incluyendo la vía que forma el «Eje Histórico»). El 12 no solo es un símbolo solar, con referencia a los 12 signos del zodiaco sino también un símbolo de la formación-creación de una entidad creadora a partir de un centro. Este concepto es importante entenderlo cuando hablemos de esta plaza más adelante en el post.

Unos 4 kilómetros más adelante en el eje, encontramos el barrio de «La Défense», la parte financiera-comercial más moderna de la ciudad y que contiene el «Arco de la Fraternidad», una enorme estructura blanca, que podría encuadrar a la misma Notre Dame, y que tiene forma de Hipercubo en su diseño. Este hipercubo marca el final del eje, siendo su extremo complementario, en el sureste, la catedral de Notre Dame.

Para entender mejor el significado esotérico del «Eje Histórico» de París es necesario que veamos su situación general en el mapa de la ciudad. Este eje se sitúa empezando por «La Défense» hacia Notre Dame, desde un extremo NOROESTE (Norte y Oeste) hasta el extremo SURESTE (Sur y Este) de la ciudad. Y esto no es casual. Sabemos que en teoría el sol tiene un recorrido, desde su auge en el amanecer hasta su ocaso en el atardecer, que va desde el Este hacia el Oeste y esto tiene un significado importante para entender los ciclos en el Hipercubo.

Ya vimos en el post I de «Desenmascarando el Origen de la Oscuridad» que el Este y el Oeste son tomados como polos del símbolo de Jano, como un extremo solar-masculino (el Oeste) y un extremo lunar-femenino (el Este) siendo el Este el punto (el Oriente) donde la «madre» en el renacer del día, da a «luz» al sol hasta que «muere», tras hacer el ARCO del día, para dar paso a la noche cuando llega al Oeste (Occidente). Estos dos extremos (el ALFA y el OMEGA del crismón de Cristo o las dos caras del dios Jano), son, además, referencias a otros dos polos, el Norte y el Sur, siendo el Norte el Oeste, y el Sur el Este. Estos extremos están relacionadas con las puertas de los Solsticios, el de Verano y el de Invierno, siendo el Oeste-Norte-Masculino la «Puerta de los Dioses» y el Este-Sur-Femenino la «Puerta de los Hombres» o la «puerta del Infierno». Siendo la primera la puerta que lleva al inframundo, al mundo de los dioses, y la segunda la puerta de acceso a la encarnación de las almas en el mundo físico. Esta asociación del ciclo de las almas, ascendiendo y descenciendo también tienen su reflejo en el árbol de la vida cabalístico ya que, como dijimos, Binah-Saturno-Capricornio (o la triada superior de fuego) es el Norte-Puerta de los Dioses y Yesod-Luna-Cáncer es el Sur-Puerta de los Hombres/Infierno.

Teniendo esto en cuenta, tomaremos en este post, a Notre Dame como el extremo inferior, la Puerta de los hombres/Infierno, en el Sureste del eje parisino que estamos analizando, así como a La Défense como el extremo superior, la «Puerta de los Dioses», en el Noroeste de ese mismo eje.

Una de la razones que justifican que sitúe esos dos extremos del eje dónde los he situado es debido a la localización en ese eje de la avenida parisina, llena de comercios y restaurantes, llamada los CAMPOS ELISEOS que va desde la plaza del Arco del Triunfo, hasta la avenida aledaña que va dando entrada a las Tullerias y en dirección al museo del Louvre. Los Campos Elíseos son, según la mitología, una zona del inframundo; la más idílica, porque es el paraíso de los hombres justos y valerosos y de los Dioses. Este concepto es importante porque nos habla de la esencia del eje mismo.

Esta avenida, mandada a crear, en el siglo XVII, precisamente, por el llamado «REY SOL», Luis XIV, fue realizada como una prolongación de las Tullerias pero no creo que se llame así porque si, sino porque, seguramente, se quiso hacer una referencia a la antigua creencia de que el Sol tras ponerse, en el Oeste-Occidente y dar entrada a la noche, recorría por el inframundo, el mundo oscuro,no visible, haciendo el mismo camino que hace por el día pero en sentido inverso (tal como se ve en la imagen a la derecha), hasta volver a nacer en el Este-Oriente dando paso a un nuevo día. Este movimiento circular, diurno y nocturno del Sol, dan lugar a un ciclo eterno que remite al mismo Hipercubo y a la regeneración de las fuerzas vitales-creadores de la vida que forman parte de este mundo.

Esta imagen es una recreación que he realizado de una puesta de sol en el Arco de la Défense en el Noroeste-(Occidente) del «Eje Histórico» para que así, quizás, se pueda entender el proceso de entrada del sol al «inframundo». Justo al lado del arco hay una especie de lago artificial que, aparte de hacer una alegoría del «Como es arriba es abajo» Alquímico (como dos extremo masculino (arriba) y femenino (abajo-el reflejo)) es una forma de simbolizar el viaje del sol ya que este se refleja, conforme se va poniendo, en el agua del lago, como si fuera introduciéndose en el «otro lado» al terminar su camino visible y empezar su camino invisible, de regreso para renacer en un nuevo día.

Esta imagen nos sirve para vayamos entrando en la cuestión de cuales son los momentos coincidentes del sol, en su atardecer, o en su amanecer con este eje. Es en el sol (visible) donde tenemos que fijarnos para entender este eje y porque ha sido posicionado de esta manera en el diseño arquitectónico de la ciudad.

Algunas referencias solares a tener en cuenta en el «Eje Histórico», que nos dan bastante idea de su cualidad «divina», la encontramos por ejemplo en el carro solar tirado por 4 caballos que se encuentra situado en la parte superior del Arco de Carrusel. Estos caballos «solares son copias de los caballos que se encontraban en el Templo del Sol en Corinto y fueron «tomados prestados» por Napoleón de la plaza de San Marcos de Venecia, lugar original dónde se encontraban, cuando esta ciudad italiana fue invadida por el emperador francés.

Otro simbolismo solar, que no creo que sea nada gratuito, lo encontramos asociado a una descomunal noria (otro carrusel solar) de 60 metros, llamada «Le Grande Roue»(la mayor noria de toda Francia), que colocaban en la Concordia a partir las Navidades y durante 6 meses (ya no porque no van a volver a renovarle el permiso a esta «inocente» atracción). Si estando la noria en pie en ese sitio, nos hubiésemos colocado muy cerca del arco central del mismo Arco de Carrusel, y nos hubiésemos alineado directamente con el eje, hubiésemos visto, al fondo, en la Concordia, el obelisco de Luxor, y la noria perfectamente alineada con el obelisco dando lugar a un potente conjunto simbólico; una estructura piramidal con su tope coronado por una especie de sol emanador de rayos y con el obelisco en su interior remarcando esa simbología solar. Es todo tan «oportuno» que me cuesta pensar que no haya sido establecido, esotéricamente, así.

Por otro lado, la misma aguja de la Catedral, como ya dije en anteriores imágenes, es otra referencia solar, que se asemeja a un obelisco o cualquier elemento erguido  y recto, como un rascacielos por ejemplo, que representa la supremacía y regencia de lo masculino-solar-saturnino, es decir, de la falsa «luz» de lo material, la mente, el ego y lo visible.

La misma aguja de Notre Dame es una referencia Cristo rodeado por los 12 apóstoles pero es realmente una entidad «solar» que se encuentra en el centro rodeada de las 12 constelaciones del Zodiaco, como tantas representaciones e ilustraciones antiguas parecen destacar. Esta aguja se le acompaña, además, por 4 figuras que representan los 4 signos de los 4 evangelistas del Nuevo Testamento bíblico (El águila de San Juan – el de Apocalipsis -, el toro de San Lucas, el león de San Marcos y el hombre/ángel de San Mateo) conformando un total de 16 figuras acompañando, cíclicamente al eje.  Las 4 figuras se asocian también, como símbolo del mundo, a las 4 direcciones del mundo o a los 4 elementos esenciales de la vida a nivel alquímico (agua, tierra, fuego y aire) quedando Jesucristo como el elemento unificador-creador de la materia, el supuesto «corazón»,a partir de estos elementos (recordad que, como puse en el post del Portal de Belen, Jesucristo es la caída-manifestación terrena -hecha carne- del fuego «espiritual» que tiene lugar en el signo de Cáncer, el Portal de Belén). Por cierto que, casualmente, debido a la restauración que se estaba llevando a cabo en Notre Dame, previo al incendio, las 16 figuras de la aguja habían sido retiradas.

El arquitecto llamado Viollet-le-Duc, que ya he mencionado antes, se sitúo el mismo entre la serie de figuras de los apóstoles, en la figura del Santo Tomás, en el lado donde aparece, precisamente el águila de San Juan Evangelista. Este arquitecto aparece colocado de manera inversa a todas las demás, ya que se encuentra mirando hacia dentro de la aguja, como queriendo decirnos, simbólicamente, algo sobre la aguja. Este artista de la piedra, colocó multitud de referencias alquímicas, como hemos estado viendo al principio del post, entre ellas una figura de un ALQUIMISTA, a modo de gárgola en una de las torres de Notre Dame. Por otro lado, en la placa conmemorativa que realizó Le-Duc para la remodelación de Notre Dame encontramos un símbolo que puede asociarse a la Masonería pero que es, además, alude un símbolo oculista, el Sello o Sígilo de Saturno.

La aguja de Notre Dame tiene otro elemento solar bastante evidente que es la veleta del GALLO (que tras el incendio pudo ser rescatada). Este gallo contenía 3 reliquias religiosas en su interior (todo muy ritualístico, si señor), una de ellas del Patrón de París, SAN DIONISIOS (el dios Dionisos es otro nombre de entidades «solares») y es una animal que es asociado, como no, con Mercurio/Hermes o con el mismo Cristo. El gallo canta en el amanecer, en la salida del sol, y por tanto, es un símbolo solar. También se le asocia con Jano y tiene mucha importancia en la alquimia, El símbolo de gallo podemos encontrarlo en las representaciones de una misteriosas entidad gnóstica, que representa al fuego, como no, y que era una dedicad del bien y del mal, llamada ABRAXAS (o IAW) que bien merecería un estudio centrado en su figura por todo lo que puede estar ocultando sobre todas estas entidades solares que parecen rodearnos por doquier.

Aunque, como he dicho, el «Eje Histórico» termina, oficialmente, en el Louvre, es necesario considerar a la Catedral de Notre Dame, en la Ille de la Cité, como elemento indispensable para entender este eje en todo su simbolismo.

Hay justamente 8 Km (¿causalidad o referencia al hipercubo-infinito?) entre los dos extremos del eje, desde «La Défense» a Notre Dame y su centro se encuentra localizado en el Arco del Triunfo en la popularmente conocida como Plaza de la Estrella de manera este punto central se encuentra, justamente, a 4 Km de cada extremo del eje.

Ese centro es importante, y en el mapa satélite de la ciudad así se ve, ya que de el parten una serie de irradiaciones en forma de calles de la ciudad, y representan una especie de «mandala» circular; una imagen «solar» irradiando, con 12 rayos, en su proceso dar «luz y vida». El Arco del Triunfo, donde, recordemos se sitúa esa «llama eterna» dándonos a entender que es todo un forma de adoración al sol pero, vuelvo a decir, al sol oculto-saturnino supuestamente «creador», no al sol visible en el cielo.

Esos tres puntos de referencia, los dos extremos y el centro, apuntan al símbolo del TETRAGRAMA de JANO /Crismón de Cristo, que, ya vimos, era situado a nivel mundial, por el emperador Augusto, desde Roma como eje central, la P (Rho), que significa «Gobernante/Principe», hasta el extremo masculino solar del «Finis Terrae» en la actual Galicia-España (hacia el Occidente desde Roma), por un lado y hacia el extremo femenino-lunar de Éfeso-Turquía (en Oriente desde Roma) hacia el otro.

Así un elemento-creador central manifiesta, lanza hacia afuera, hacia todas las direcciones del espacio, y en el tiempo, dando lugar todo el mundo «3D» que se percibe por los ojos. Este proceso de manifestación en el espacio no es más que el proceso de creación del mundo físico desde una energía-un fuego-central conformador y eso es lo que se representa en este eje en la ciudad parísina.

Para remarcar aun más el carácter solar-saturnino del «Eje Histórico» vamos centrarnos en la parte del eje que, parece pasar por el museo del Louvre con su pirámide de cristales y la pirámide invertida. Y es que realmente,mirando más de cerca, el eje no pasa directamente por la entrada piramidal del Louvre aunque si pasa lateralmente por la pirámide invertida.

El eje viene desde la Défense, pasando por el Arco del Triunfo y por el obelisco de la plaza de la Concordia, y pasa, una vez atravesado los jardines de las Tullerias, por el Arco del Carusel (carrusel significa tiovivo – otra referencia a los ciclos/movimientos circulares) pero una vez allí el eje no continua hacia el Louvre, sino que parece terminar en la estatua ecuestre del «Rey Sol», Luis XIV, cuyo asociación con el sol es bastante conocida, también relacionado con su monarquía absolutista (y podemos verlo en este detalle de una verja del palacio de Versalles donde aparece una cara solar, símbolo del monarca francés).

Pero, como hemos dicho, el eje no acaba en el Louvre sino que si seguimos el eje en ese «desvío» hacia abajo , nos encontraremos con la Catedral de Notre Dame.

El Louvre parece seguir un eje diferente (marcado de verde en la imagen satélite) pasando también por el Arco de Carrusel. ¿Cual es la razón por la que el Louvre se encuentra desviado respecto al «Eje Histórico»? ¿Es debido al recorrido del río Sena? ¿Es acaso un elemento secundario pero complementario en todo este eje? Quizás sea un tema para futuros posts.

Antes de introducirnos en la parte final del post hay que tener en cuenta, y entender, resumidamente, la RUEDA DEL AÑO de las fiestas CELTAS. Sabemos que París tiene raíces celtas y que Notre Dame fue construida sobre un antiguo templo celta de origen desconocido, lugar en el que posteriormente, en época romana, fue construido un templo a Júpiter.  Más adelante ese templo romano pasó a dejar el sitio a un primer templo cristiano, la basílica de Saint Etienne, y esta a su vez fue la antecesora de la actual catedral, con sus numerosos achaques, incendios, saqueos y demás trastornos, que dieron lugar, en el siglo XIX, a su remodelación por Viollet-le-Duc, dejándola como la conocíamos hasta el incendio de mediados de abril de 2019.

La rueda de las fiestas celtas, a la derecha en la imagen, es como una estrella de 8 puntas que vuelven a remitir al hipercubo, al octógono y a la misma cruz y todas esas formas hipercúbicas que apuntan a esas celebraciones «solares» que conforman todo esos ciclos repetidos anualmente. Esos 8 puntas se corresponden con una festividad en un punto concreto del año, que no solo tiene que ver con el sol sino también con la luna, porque el calendario celta era un calendario solar-lunar.

Hay que distinguir en esas 8 fiestas que constituyen los rituales anuales, 4 celebraciones o «sabbats mayores» (en negro en la rueda) y 4 celebraciones o «sabbats menores» (en rojo en la rueda). Los mayores son los conformados por las fiestas de SAMHAIN (relacionada con el actual Halloween, considerada la fiesta que marcaba el inicio del año celta), a finales de octubre-principios de noviembre, IMBOLC a principios de febrero, BELTAINE (relacionada con el actual 1 de mayo o supuesta festividad en el «día del trabajo») a finales de abril y LUGHNADASH (fiesta de adoración al dios del «fuego» LUGH del que ya hablé, en el blog, cuando me centré en el relacionándolo camino de Santiago). Las celebraciones menores son aquellos que coinciden con los Solsticios (YULE-Invierno y LITHA-Verano) y los Equinoccios (OSTARA-Primavera y MABON-Otoño).

En la la imagen de la izquierda con la eclíptica del supuesto recorrido del sol, desde el punto de vista de la Tierra, se pueden ver mejor las festividades relacionadas con los movimientos solares. Esto nos ayudará a entender mejor todo lo que voy a mostrar ahora sobre las festividades celtas y las alienaciones del Sol (y la luna) con el «Eje Histórico» de París y la posición, más alta o más baja, del sol en su recorrido diario en el cielo.

Usando la útil página web llamada www.sunearthtools.com, que sirve para calcular los movimiento solares a nivel del plano con los momentos del amanecer y el atardecer cambiantes dependiendo del día, encontramos que el «Eje Histórico» se alinea con el sol, en su puesta en los días que transcurren entre finales del mes de abril y mediados de agosto, momentos que incluyen cuando el sol aun se encuentra en ascenso hasta llegar a su máximo en el Solsticio de Verano (el 21 de junio) para empezar a declinar de manera que a finales de mes de agosto el recorrido solar se encuentra ya tan bajo que la alineación con el eje no es posible. Entre esos meses dónde la alineación es posible, hay que tener en cuenta, especialmente, a la fiesta de Lughnasadh (1 agosto) y de Beltain (1 mayo).

Como ejemplo, he tomado esta foto que fue tomada el 8 de mayo de 2009 donde ya es perceptible la alineación del sol con el «Eje Histórico» en su puesta, en el Noroeste. Si metemos esta fecha en la aplicación de sunearthtools.com nos corrobora que exactamente ese día, sobre las 20 de la tarde, la puesta de sol se encontraba alineada con el eje en su extremo «masculino» que es  el arco hipercúbico de «La Défense».

Aquí muestro otra vez, usando la herramienta de sunearthtools.com, la alineación del sol en el atardecer del día del Solsticio de Invierno, el 21 de junio (he elegido 2018 por poner un año pero si lo cambiáis veréis que el patrón es el mismo), en los 3 puntos principales del eje, el extremo masculino-noroeste de «La Défense», el Arco (central) del Triunfo, y el extremo femenino-sureste de Notre Dame. Analizando la posición del Sol en Notre Dame seguro que veréis que el Sol en su puesta se encuentra situado justo en medio de las dos torres, que como explicamos al principio con las ilustraciones masónicas, hacen referencia a esa entidad «solar»-mercurial-saturnal central que ya se adoraba el Sistema desde tiempos célticos aunque con otros nombres.

No es casual, sin duda, que Notre Dame se alinee en estas fechas con el sol y es que seguramente la Catedral fuese construida, así como el resto de elementos del eje, siguiendo este patrón solar basado también en las puertas solsticiales.

Muestro aquí también el resultado que me ha dado sunearthtools.com para el día de la fiesta del dios solar celta Lugh, el 1 de agosto, para que sigamos comprobando que la alineación del sol, situado en el lado occidental, en la puerta de los Dioses, que es La Défense, es perfecta con Notre Dame.

Este día de celebración era muy importante para los celtas y para el mismo Sistema, en el mundo antiguo, ya que cuando hablé en el blog sobre el Camino de Santiago, lo relacioné con el llamado «Sendero de Lugh» y el «Sendero de Jano» precedentes paganos del camino del santo católico. Y es que Lugh  con esas 3 caras, recuerda indiscutiblemente al dios romano Jano que, aunque suele mostrarse con 2 caras, en realidad tenia 3 caras (tomadas,entre otras cosas, como si una fuese la cara para el pasado, otra para el futuro y, la que mira hacia el frente, para el presente).

Pero no solo la puesta de sol tiene una alineación con el «Eje Histórico» y con Notre Dame sino que también la hay en el momento del amanecer concretamente en las fechas cercanas a la celebración celta de SAMHAIN desde finales de Octubre a mediados, aproximadamente, de noviembre. Pero la alineación, como habréis supuesto, si estáis entendiendo el post, sucede no en el Noroeste sino en el sureste del eje.

En la imagen, vuelvo a usar sunearthtools.com poniendo la fecha del 7 noviembre (día de máxima alineación) del año 2018 (de nuevo) a las 8 de la mañana, aproximadamente, que es cuando parece suceder el amanecer durante esas fechas cercanas a la festividad occidental de Halloween (que se sitúa con respecto de Samhain con unos días de diferencia).

Resumiendo todas esas fechas coincidentes con el sol, en su puesta o salida, os dejo esta imagen de la rueda de fiestas celtas marcando, de color amarillo, los momentos en los que el sol se encuentra alineado con el «Eje Histórico» y Notre Dame. Estos momentos son los que se encuentran cerca de Samhain y por fechas entre Lughnasadh y Beltaine pasando por Litha que es Solsticio de Verano. Esto tendrá con ver con el hecho que para los dos celtas había dos momentos cruciales en el año, Samhain y Beltaine.

Durante el tiempo de Samhain el sol se encuentra alienado en su salida, al amanecer en el extremo sureste del eje, que si la tomamos como la Puerta de los Hombres /Infierno tiene mucho sentido. La puerta de los hombres es la puerta en la que las almas acceden al mundo terrenal (extraño e inquietante que se le llame a este lugar el «infierno») y si es el momento inicial del año, es como recrear el momento inicial de la creación, el momento de manifestación terrena al pasar el fuego creador desde las esferas superiores del árbol de la vida a las esfera inferiores siendo el momento final de manifestación, como en un parto, la esfera de Yesod (asociada a esta puerta a la luna y a Cáncer si recordáis), que acaban manifestando la esfera del reino físico de Malkuth donde nos supuestamente nos encontramos nosotros.

Desde ese momento hasta la mitad de la rueda, se sigue una vía ascendente, de luz en aumento hasta llegar al tiempo del Solsticio de Verano (Litha), Lughnasadh o Beltaine es el momento donde el sol entra en la zona del inframundo por la puerta de los dioses que es el arco de «La Défense». Es a partir de ese instante en la rueda celta donde se empieza una vía descendente,de luz en disminución (se entra en el inframundo) hasta volver al punto inicial de Samhain donde todo vuelve a empezar.

Es decir se está recreando en la rueda celta, así como en el mismo «Eje histórico» y Notre Dame, el viaje, del sol, de las almas, de los seres humanos, entre las dos puertas solsticiales, como parte del Hipercubo, solo que en la rueda celta se sitúan dichas puertas no en los tradicionales solsticios (Yule y Litha) sino en Samhain y Beltaine (aunque el lado de Beltaine incluya también a Litha-Solsticio de Verano).

Dije, unas imágenes antes, que el pueblo celta basaba su calendario en el sol pero también en la luna, y para reflejar como el Sistema se basa en estos dos astros como si fuesen dos extremos masculino-femenino,usando monumentos como Notre Dame  para mandarnos un mensaje simbólico esotérico sobre la esencia y origen de este mundo donde vivimos.

Para ello he puesto,al azar, en sunearthtools.com la fecha de uno de los días de luna llena, en 2018, el 30 de mayo, dentro del rango de días donde el sol se alinea en el eje en su extremo noroeste. Cuando hay luna llena, se nos dice que el sol se encuentra alineado con la luna para que esta refleje de forma completa toda la luz solar y si durante días como este el sol se encuentra perfectamente alineado con el eje, y con el eje principal de Notre Dame (entre sus dos torres) es lógico que la luna se encuentre en el extremo sureste de la catedral (entrando por su puerta sería la parte Norte) dejando en el centro a la aguja como si fuese esa letra Rho (la P) del Crismón de Cristo/Tetragrama de Jano.

Y como existe la fractalidad en este mundo, donde todo se «refleja» y se replica y multiplica a diferentes escalas (a nivel esotérico esto sucede constantemente) podemos asociar este momento de la luna llena en Notre Dame con el sol, con el eje Galicia-Roma-Efeso, a nivel planetaria, que ya vimos.

Si en el análisis de ese eje, que tiene a Roma como punto central, tomamos al «Finis Terrae» (conocido como «fin del mundo»), en la Galicia actual, como Puerta (occidental) de los Dioses y a Éfeso, (lugar de adoración, por cierto, de una entidad femenina,Diana/Artemisa, con un famoso templo), en la Turquía actual, como Puerta (oriental) de los Hombres o del Infierno, podemos asimilar también, a otro nivel, ese símbolo de Cristo/Jano, a nivel del «Eje Histórico» parisino donde el Arco de «La Défense» es la Puerta de los Dioses y Notre Dame, como lugar femenino («Nuestra Señora») como Puerta de los Hombres/Infierno.

Hay otro sitio en París que parece refutar la hipótesis que el Sureste de la ciudad está relacionada con la Puerta del Infierno, como pasa con Notre Dame. Ese sitio es el MUSEO RODIN, dedicado a la figura y obra del respetado escultor de finales del siglo XIX y principios del XX, AUGUST RODIN. En el patio del museo, establecido en la vivienda y finca dónde residió el artista, se encuentra la llamada «PUERTA del INFIERNO», proyecto de un monumental grupo escultórico, en forma de puerta, que realizó el artista francés entre 1880 y 1917 aunque quedó inacabado. Fue un encargo del estado francés, para la futura Escuela de Artes Decorativas (escuela que nunca fue creada) para la que se inspiró en la «Divina Comedia» de Dante, y sus 9 círculos del Infierno.

Esta Puerta daría para un post para ella sola porque no solo tiene referencias a la obra de Dante (que no es moco de pavo) sino también referencias esotéricas y cabalísticas. La misma puerta parece tener inspiración en el Árbol de la Cábala, dónde la parte superior está coronada por tres figuras, como las tres esferas superiores de fuego del árbol cabalístico, estando como figura central, en la parte inmediatamente inferior, «EL PENSADOR» (que fue realizada además como figura independiente) . Quizás, Rodin nos quiere dar a entender que esta figura es como una especie de «Demiurgo-creador pensante» que manifiesta el mundo terrenal (e infernal) un poco más abajo.

El caso es que esta puerta esta colocada, precisamente, mirando hacia el Noroeste, y se encuentra muy cerca de Notre Dame y en una posición muy parecida, aunque no coincide en dirección, con el «Eje Histórico» (mirad la Rue de Varenne, donde está la entrada al museo para comprobarlo). Pero si miramos dónde se encuentra el Museo, y esa puerta incluida en su jardín, vemos que está situado en una zona Sureste de la ciudad, muy cerca de «Los Inválidos» dónde fue enterrado Napoléon.  Dado esto, como veis en la imagen sacada de nuevo de suneaarthtools.com, la puesta de sol, que como hemos dicho sucede al Noroeste, durante el Solsticio de Verano (y en el tiempo comprendido entre finales de abril – Beltaine- y mediados de agosto) encara prácticamente a esa Puerta.

Mucho que ver en todo este ciclo ritualístico de fuego, como RENOVACIÓN DE CICLO, coincdiendo con Semana Santa, la Pascua judía y lugares religiosos lo sucedido el Domingo de Resurrección, el 21 de abril de 2019, en Sri Lanka, donde tuvieron lugar una serie de supuestos atentados suicidas en varias iglesias y hoteles de la ciudad. 

Todo apunta que lo ritualizado en París ha tenido su «reflejo», con «sacrificio de sangre» incluido, en lo sucedido en Sri Lanka. Sabiendo, como hemos visto en la rueda de fiestas celtas, que nos encontramos muy cerca de uno de los puntos rituales más importantes del año, Beltaine, no es de extrañar que ambos eventos estén relacionados y coordinados para remarcar ese nuevo estadío en el que está entrando el Sistema con el fuego como elemento destructor-creador y dónde la iglesias católica, parece ser principal protagonista. Ya veremos con el tiempo si lo ritualizado en estas fechas en esos lugares católico se ve materializado en un futuro, más o menos cercano, con cambios en  la estructura de los estamentos religiosos del mundo.

Para ir terminando este post, os dejó, y así contextualizar mejor el evento de Notre Dame, Jerusalén (y Sri Lanka por su proximidad a en e tiempo) con la carta astral del día 15 de abril de 2019, para explicar algunos eventos astrológicos que estaban teniendo lugar ese primer día de Semana Santa y que también explican en parte ese proceso de «purificación» de las estructuras del pasado mediante un fuego renovador.

Para empezar vamos a centrarnos en la luna transitando el signo de Virgo. Virgo es un signo femenino que tiene como planeta regente a Mercurio, precisamente, que como «mensajero de los dioses» y la comunicación nos dice que hagamos caso al mensaje subconsciente-oculto que se nos está mandando (sobre nosotros mismos, sobre el Sistema, sobre la humanidad completa) y, se nos pide que nos centremos en los DETALLES; que seamos meticulosos y que estemos atentos a aquello que se oculta en nuestras aguas lunares-emocionales, o en el mismo Sistema, y lo saquemos a luz para entenderlo y, así, deje de afectarnos en la «sombra» de nuestra psique.

Virgo es el signo de «Gran Madre», como simboliza «Notre Dame» y, que como dice Fulcanelli, esa «mater» es la «Virgo Singularis» (como le llama la Iglesia). La luna en 2 días pasó al signo de LIBRA ( este astro tiene un tránsito muy rápido de 28 días en los pasa una semana en cada signo) coincidiendo prácticamente con paso del sol de ARIES a TAURO (el día 20 de abril).

Precisamente el inicio de la Pascua judía, en 2019, sucedió el viernes 19 de abril. Cuatro días después del incendio, el viernes de dolores de la Semana Santa, donde tuvo lugar la importante luna llena en el signo de LIBRA (segunda vez que sucede en este signo en un mes). Libra es un signo muy asociado a Saturno, aunque no sea su signo oficial que es Capricornio, ya que este signo, como aquel planeta, simboliza la vuelta al orden, del equilibrio y la justicia (¿divina en este caso?) y de la necesidad poner las cosas en una balanza para que puedan volver a su sitio. Es un momento de REORDENACIÓN; de crear un «nuevo Orden».  Precisamente lo que, parece, se está ritualizando en Notre Dame y Al-Aqsa.

La luna llena, es un símbolo de manifestación material, muy cabalístico, ya que refleja la luz «divina» solar; es como ese vaso, esa copa femenina que se rellena de la luz para dirigirla al mundo. Una luna que remarca otra vez el elemento pasivo que se toma a lo femenino ya que la luna sin luz del sol no se ve, no se manifiesta, permanece oscura. La luna llena por otro lado representa las aguas de lo oculto, de las emociones ocultas que de repente se muestran, que necesitamos hacer consciente a partir del fondo subconsciente; nos pide sacar a la luz lo oculto, lo no expresado; poner en marcha  y en acción algo que estaba sin manifestar. Es decir, nos insta a poner en marcha aquello que, interiormente, habíamos pensado, ideado, imaginado o, incluso, sentido o soñado.

La luna está, como hemos dicho, muy relacionada con Saturno, es la contraparte femenina de ese astro a nivel del mundo material, porque como aquel, la luna ayuda a MATERIALIZAR y porque es base del mundo cíclico que vivimos (vuelve a su punto inicial cada 28 días aproximadamente). Y es por eso quizás que en cada mes, los judíos favorecen la obtención de bienes materiales al iniciarlo en días de luna llena, ya que esa energía ayuda a que el mes transcurra de forma fructífera. Y por otro lado los judíos adoran la luna tanto como a Saturno, ya que este se oculta en celebraciones como el de «Sabbath», el día de descanso, el sábado, el día 7 de la semana, el momento de fin y que paso al reinicio del ciclo semanal en el domingo; el día 8 pero que realmente es, de nuevo, el 1er día de la semana, y todo comienza a empezar. Este ciclo en la semana es un ejemplo, a pequeña escala, de los patrones hipercúbicos que suceden en otras escalas, más grandes o más pequeñas, de inicio-fin-reinicio que tienen lugar en el Sistema.

Y ahora llegamos a uno de los puntos más importantes a nivel astrológico que resuena directamente en los sucedido en Notre Dame y Al-Aqsa, es la conjunción, cada vez más cercana, de SATURNO y PLUTÓN, dos de los planetas TRANSPERSONALES (es decir planetas sobre el COLECTIVO, la humanidad en conjunto) en el signo de Capricornio. Saturno es, resumiendo, el signo del ORDEN, de la Estructura, del Sistema mismo, y Plutón es el planeta de la muerte entendida como transformación, es el CAOS y también es un planeta sobre el PODER , el EMPODERAMIENTO (y su carencia si es el caso); Plutón nos insta a reconocer dónde ubicamos ese poder en nuestra vida, si en nosotros, en los demás o en el Sistema, y que necesitamos hacer, eliminar, hacer morir «,  para recuperar el poder si lo hemos perdido

Estos dos planetas juntos son como el agua y el aceite, como supondréis, pero de alguna manera Saturno se ve favorecido porque se encuentra en su «casa», Capricornio, de manera que estos aires de «regeneración» plutonianos se van a encontrar con una férrea resistencia saturnina. Saturno no es muy dado a fluir con el cambio y Plutón es uno con la corriente de cambio. Esta conjunción, empezó poco a poco en el momento que Saturno entró en Capricornio a finales de 2017 (Plutón se encontraba allí desde 2008, justo al principio de la crisis económica) y se van acercando, más y más, hasta llegar a su máxima conjunción a principios de 2020. Esa máxima conjunción puede repercutir drásticamente en el Sistema.

Pero esta «tensión» planetaria se va notando ya, cada vez más, en el Sistema, no se si porque los astros influyen al Sistema, o es el Sistema quien sabiendo todo esto, se «alinea» con lo que sucede en las regiones celestes para aprovechar esa energía que se está gestando, y materializar sus planes de acorde a los que marcan los astros.

El caso es que en estas fechas, del mes de abril de 2019, estos dos planetas colectivos se encuentran a apenas 3 grados de la conjunción (recordad son planetas lentos) pero van a entrar en retrogradación muy pronto que nos indica que es el momento de «interiorizar» el mensaje de estos dos planetas, que no solo hablan sobre la colectividad de la humanidad sino de nosotros mismos y de nuestras vidas, pidiéndonos que cambiemos nuestro arraigo a las estructuras del pasado y miremos al futuro, eliminando aquello, superficial y no alienado con nuestro ser verdadero. Es decir estos planetas nos avisan para prepararnos, valientemente, para un futuro radicalmente diferente de lo que hemos vivido y tenemos que empezar a ser conscientes de ello.

Por último decir que estos dos planetas, se encuentran alienados, en estos momentos con el NODO SUR en Capricornio. Hay dos nodos, llamados «NODOS LUNARES» uno en el Norte y otro Sur. El Norte nos habla del pasado y de nuestro camino evolutivo para ser mejores, el Sur es el pasado que pesa sobre nuestra vida, como un «karma», y puede limitarnos pero si aprendemos de el y lo transcendemos, rompiendo cadenas emocionales,  podemos obtener grandes lecciones para mejorar mirando hacia el «norte», hacia una mejora considerable en nuestras vidas.

Al estar el Nodo sur en Capricornio, supone que el Norte esta en su signo opuesto en Cáncer. Capricornio simboliza las estructuras y el orden; es la mente y el ego que pretende controlar y que no le gusta cambiar. Cáncer son las emociones (recordad su planeta regente es la Luna), la intuición, los sueños, la imaginación y, por tanto, concretamente aquí, los nodos nos dicen que miremos a la vida de una manera menos materialista,y empezamos a mirarla de una manera mucho más intuitiva, menos racionalista y mucho más, como hablamos al principio del post, esotérica para poder hacer frente a, y entender, los tiempos que vienen.

Para finalizar os dejo este video sobre algunos de estos aspectos astrológicos mundiales del concienzudo astrólogo Jose Millán, que su canal de youtube, José Millán Astrología Humanística nos ha hablado del evento en Notre Dame.

Aunque en muchas ocasiones no estoy de acuerdo en la forma como se interpreta la influencia astrológica, porque considero que es una influencia «engañosa» y sibilina del Hipercubo, si que creo que cuando se hacen análisis serios de los eventos mundiales dándoles una significación no solo astrológica sino psicológica, como hace Jose Millán, podemos aprender mucho de esta ciencia milenaria.

Para terminar con este post os dejo con una foto con una sincronía del pasado viernes santo que fui a almorzar al pueblo de mi madre, Sanlucar la Mayor, «el lugar del sol», en la provincia de Sevilla, en la zona, antiguamente tartesica del Aljarafe (dirección a Huelva), dónde me encontré con el escudo del pueblo de casualidad. Supongo que después de toda esa parrafada anterior, sobran palabras para explicar esta foto.

Desde pequeño no visitaba este pueblo y precisamente en ese momento cuando me hallaba preparando este post, este simbolismo se cruza en mi vida.

Como entenderéis, este post debía ser escrito, sobretodo por los tiempos que parecen estar ritualizándose con los incendios de Notre Dame y la mezquita Al-Aqsa.

Muchas gracias de nuevo a todos por dedicar tiempo a leer este post que, para no variar, ha sido (necesariamente) largo! Os espero en la próximas publicación deshipercúbica!

Un saludo y un abrazo! 🙂